Finalmente Baltazar se decidió a hablar de frente en un discurso que dejó algunas dudas de hasta dónde, si gana, su gobierno estará alejado de sus antecesores, con todos sus nombres: Tomás, Eugenio, Egidio.
Hay quien piensa que el tono del discurso y las palabras empleadas llegan tardías a los electores que en unos días más estarán depositando su voto en las urnas a todo lo ancho y largo de Tamaulipas.
El grito desesperado del candidato priista es también una muestra de que las cosas no pintan bien para el tricolor, y Baltazar, aunque quiera, no puede negar la cruz de su parroquia, ni el origen que le cobijó desde que regresó a Tamaulipas invitado por Tomás Yarrington a incorporarse a su administración.
Sin embargo, me quedo con el discurso donde se compromete de manera más directa a combatir la inseguridad, a recorrer las carreteras para verificar personalmente que existen las condiciones para transitar por ellas, con o sin escoltas.
Aunque, habría que señalar que el discurso es eso, palabras, las acciones son las que harán la diferencia con su posible antecesor que no pudo con el paquete y dejó a la deriva al estado. Eso, si gana la elección, si los votantes tamaulipecos le dan su confianza. Hay que esperar.
Y el supuesto desmarque con los dos visibles todavía, Eugenio y Egidio, ¿de qué tamaño será? ¿De dientes para afuera? Ésto es, ¿sólo en público, o también en privado? Y qué implica que repita que él es el candidato, ¿por qué reiterarlo?, ¿no se supone que lo es? ¿O es que no lo han dejado ser? Son preguntas.
Baltazar dio un discurso lleno de promesas, de esperanzas, pero aún no nos dice cómo le hará, cuáles serán las medidas que adoptará para recuperar la paz, para que ya no haya más familias desplazadas, que se fueron buscando la tranquilidad perdida en Tamaulipas.
Reconstruir al estado no es tarea fácil, se requiere colaboración, mano dura pero también suave, recursos económicos, inteligencia, conocimiento, equipo de trabajo comprometido, honesto y transparente. Son muchos aspectos que hay que cubrir y habrá que ver quién de los aspirantes tiene lo que ya mencioné en una columna anterior: huev… y corazón para acometer esta responsabilidad los próximos seis años.
Mientras tanto, guardaré el discurso que este martes pronunció Baltazar, lo guardaré para recordarle el compromiso hecho público en Tampico con los tamaulipecos, porque si a él se le olvida si gana la gubernatura, a mí no.
NO MÁS NANCYS ASESINADAS POR BALAS PERDIDAS
La señora Nancy Betancourt de Reynosa es la enésima víctima de esta “guerra enloquecida”, como la llamó el periódico El Mañana de Nuevo Laredo en un editorial.
Ya estuvo que tamaulipecas y tamaulipecos de bien, de todas las edades pierdan su vida de esta forma, de la peor forma, recibiendo una bala que no estaba dirigida a ellos.
Quién puede restituir una madre asesinada, a una esposa, una hija, una hermana. Tamaulipas sigue sangrando profusamente, es tierra de nadie, donde cualquier delincuente hace de las suyas y no hay castigo.
Ya estuvo.
TRANSPARENCIA 3de3
Dos candidatos, Gustavo Cárdenas y Baltazar Hinojosa hicieron referencia a lo publicado este martes en mi columna, que ninguno de los ocho aspirantes ha publicado su declaración patrimonial, para, en caso de que ganen, sepamos con cuánto entran al gobierno y con cuánto salen.
Tanto Gustavo como Baltazar dicen que harán lo conducente y transparentarán sus bienes, vamos a ver y si lo hacen extensivo a sus colaboradores
Porque también ya estuvo que en Tamaulipas cada tres y seis años haya nuevos ricos y millonarios, así, como por arte de magia.
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