16 diciembre, 2025

16 diciembre, 2025

Laberintos del poder

La certeza y la duda

Laberintos del poder

Ayer, dos parecen ser los saldos del mensaje vertido en Tampico por Baltazar Hinojosa Ochoa, candidato del Partido Revolucionario Institucional a gobernador de Tamaulipas, sobre su relación o semejanza con quienes han sido –y quien es aún– la primera autoridad del estado.

Uno sería una certeza. El otro, una duda. Y si me permite, empezaré por la primera.

Queda claro que la campaña del priísta entró en su fase dura. Es la etapa en la cual, como señalaba su servidor el lunes pasado, cientos de miles de votantes históricamente suelen tomar su decisión sobre quien esperan sea su próximo mandatario estatal.

Como ciudadano, opino que Baltazar debería haber realizado una definición de esta naturaleza con más anticipación. No porque lo merezcan o no los responsables en su tiempo de dirigir a la entidad –habría que ver lo que es justo o injusto– sino porque desde el principio el candidato hubiera mostrado lo que ahora señala: un perfil propio, sin injerencias ni ataduras con el pasado. Si no fuera porque faltan sólo unos días para ir a las urnas, pudiera decirse que este discurso podría haber sido el del arranque de su campaña, aunque en contraparte sí cumple a cabalidad con otra verdad política: En una elección, la última impresión es la que cuenta.

Ahora, voy con la duda.
¿Será capaz el candidato de Acción Nacional, Francisco García Cabeza de Vaca, de marcar una raya similar a la del abanderado tricolor?
Habrá quienes piensen que un paralelismo así no es posible porque el PAN nunca ha gobernado a Tamaulipas, pero lo que hizo Baltazar ayer no fue sólo medir distancias con los personajes que citó, sino en los hechos, rechazar los señalamientos de los que ha sido objeto sólo por su identidad partidista con los mismos.

Vistas así las cosas, a Francisco García le corresponde entonces un deslinde público de una de las acusaciones que con mayor frecuencia le han sido etiquetadas, como es su presunta relación –dicen sus detractores– con la ilegalidad.

Habrá que estar atentos a la reacción del panista. Si no se lanza al ruedo y hace pública una ruptura abierta con los infractores de la ley, corre un riesgo: Podría ser calificado a la luz de un viejo y aleccionador refrán:

El que calla, otorga…

¿A QUÉ VIENEN?
Uno de los errores que con mayor frecuencia comete el PRI es pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Por lo menos es lo que se aprecia en la superficie, derivado de sus acciones.

Le diré el porqué de esta percepción personal.

Es obviamente imposible eludir la participación de Manlio Fabio Beltrones, en su calidad de dirigente nacional de ese partido, en las campañas electorales. No se entendería su ausencia en esos menesteres, aunque su influencia se acote sólo en las parcelas del poder y no en la sociedad.

Pero lo que no entiendo es a qué van a esas campañas, específicamente en las que se busca una gubernatura, personajes como Emilio Gamboa Patrón, uno de los senectos protagonistas de una de las épocas negras del tricolor. En realidad, su aportación en la tarea de ganar mayor credibilidad de los votantes y fortalecer la confianza de los ciudadanos es prácticamente nula. Su trayectoria pública no marca en ninguna de sus responsabilidades beneficio alguno para el país y en cambio sí muestra el rostro oscuro de una corriente política cuyo único mérito ha sido su habilidad para permanecer trepado –y como conductor– en el carro del presupuesto federal.

Paradójicamente, hay prestigios que desprestigian…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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