CIUDAD DE MÉXICO.- México arrancó su travesía rumbo a la Copa América.
El Tri partió de manera tranquila rumbo a Atlanta, donde iniciará mañana su verano con un partido amistoso ante Paraguay, previo a la gran cita del 5 de junio ante Uruguay en Phoenix por la Copa América Centenario.
La Selección Nacional no fue recibida con bombos y platillos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pero aficionados no le faltaron, incluso, esta vez cooperaron con los policías de la Terminal 2 para improvisar una valla humana y hacer más fácil el traslado de los tricolores.
Era más el morbo de conocer de cerca a Andrés Guardado, Héctor Moreno o Guillermo Ochoa, que haber preparado una gran recepción, todo en orden hasta las 14:30, cuando arribó el primer grupo, donde destacaban los del PSV, Juan Carlos Osorio y los jugadores de Tigres; Javier Aquino, Jürgen Damm y compañía.
Algunos minutos después llegó un segundo grupo; Rafa Márquez, Jesús Corona y Ochoa, quien terminó con el orden, pues algunos aficionados se abalanzaron sobre él para conseguir lo que fuera, alguna foto o autógrafo para el recuerdo.
Por otro lado destacaba Diego Reyes, quien llegó primero luego de recibir un permiso especial para incorporarse ayer.
El zaguero de la Real Sociedad nunca estuvo solo. Su mamá, su papá y su novia le acompañaron hasta el momento de decir adiós.
Los seleccionados nacionales partieron en silencio, sólo Reyes aprovechó para dejar en claro su compromiso con el Tri.
«Yo habló en la cancha», comentó Diego.
Con Javier Hernández ya concentrado en Atlanta, el técnico Osorio ya cuenta con 16 de 23 jugadores. A la espera de completar la lista con los elementos que juegan en Portugal y dos más del América, quienes reportarán días después.