GINEBRA, Suiza.- Los 194 Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluyendo México, adoptaron un plan mundial para responder a los efectos adversos de la contaminación del aire en el marco de la 69 Asamblea Mundial de la Salud que concluye sus trabajos este viernes.
La hoja de ruta describe las acciones que deben tomarse entre 2016 y 2019, ya que cada año a nivel mundial pierden la vida 4.3 millones de personas por la exposición a la contaminación del aire interior y 3.7 millones mueren por causas atribuibles a la contaminación del aire exterior.
Además, describen las acciones que deben tomarse y se propone como un instrumento que permita al sector sanitario, incluidas las autoridades de protección sanitaria, respaldadas por la OMS.
Incluye asumir una función de liderazgo para acrecentar la sensibilización con respecto a los efectos de la contaminación atmosférica en la salud y las oportunidades en el ámbito de la salud pública.
La resolución recomienda la ampliación de la base de conocimientos con el fin de generar y difundir pruebas y conocimientos mundiales en relación con las repercusiones sanitarias de la contaminación del aire, la eficacia de las políticas (en materia de salud), y las intervenciones realizadas para hacer frente a la contaminación del aire y sus fuentes en diferentes sectores.
“Esto incluye la identificación de las lagunas de conocimientos y la promoción de la innovación y la investigación necesarias para abordar las repercusiones sanitarias de la contaminación del aire”, cita el documento.
Con el fin de dar un seguimiento, urgen reforzar los sistemas, estructuras y procesos necesarios con la presentación de informes sobre las tendencias sanitarias asociadas a la contaminación del aire y sus fuentes, para cumplir con dicha resolución .
El texto insiste en la urgencia de apuntalar al liderazgo y la coordinación del sector de la salud a escala mundial, regional, nacional y local, a fin de posibilitar una respuesta apropiada.
Asegurar sinergias con otros procesos mundiales, entre ellos la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el seguimiento del Acuerdo de París.
Asimismo, llaman a fortalecer la capacidad del sector de la salud para analizar y orientar los procesos normativos y decisorios que respalden medidas conjuntas en materia de contaminación atmosférica y salud.
Prevé la posibilidad de celebrar una conferencia mundial intergubernamental de alto nivel sobre calidad del aire y salud, por ejemplo dentro de dos años.
La conferencia tendría por objeto examinar los progresos conseguidos, en particular en el contexto de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y otras prioridades mundiales de política pertinentes.
Recomienda realizar evaluaciones periódicas de los progresos conseguidos en las actividades relacionadas con esta resolución.
De igual forma, aconseja la preparación de informes periódicos sobre la aplicación de la hoja de ruta, incluido el estado de la aplicación de las políticas pertinentes orientadas a la reducción de la contaminación atmosférica.
El proyecto de resolución, considerado un hito en defensa de la salud pública, contempla la realización de un análisis mundial de los vínculos entre la contaminación del aire y las prioridades sanitarias mundiales.