No obstante la escandalera que provocó a lo largo y ancho del país, la denuncia presentada por el CEN del PRI, a petición de Manlio Fabio Beltrones, contra los candidatos priístas a los municipios de Hidalgo, Mainero y Villagrán, por supuestos nexos con el narcotráfico, fue desechada por la Fepade porque carecía de fundamento, revés que, de confirmarse como definitivo, podría considerarse como una fuerte bofetada legal al sonorense.
Si es correcta la información, el fallo preliminar de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales señala que las pruebas aportadas por el mando nacional tricolor fueron débiles y por ese motivo el caso no se turnó a la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia, la SEIDO, aunque el asunto sigue en análisis.
La querella fue presentada el 7 de mayo, tras la visita efectuada ese día a Tampico por el número uno del ex invencible para respaldar la campaña del candidato de alianza priísta a gobernador, Baltazar Hinojosa Ochoa, que aún antes de resolverse causó repercusiones negativas al partido y al aspirante, ya que se vislumbraba a leguas que la maniobra se tomó porque los candidatos se habían sumado al proyecto de Cabeza de Vaca.
Según Beltrones, los aún aspirantes a presidentes municipales acusados, Reyes Zúñiga Vázquez, Gustavo Estrella Cabrera y Luis Aldape Lerma, habían sido comprados u obligados por la delincuencia a apoyar al candidato de Acción Nacional, sin embargo, la resolución de la Fepade ha puesto de relieve que se trató de una medida mediática precipitada destinada a desacreditar al panista.
Pero el asunto aún no termina, luego de desmentir y rechazar que tuvieran vínculos con el crimen, como se les ha acusado, los candidatos en cuestión, que siguen adelante con sus campañas electorales, interpusieron ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación un juicio para recuperar el registro y participar en los comicios del 5 de junio, que está pendiente de definirse.
Mientras se conoce el desenlace, los llamados al voto útil, por otra parte, empiezan a dar gradualmente resultado. Ayer, por ejemplo, un grupo de militantes del PRD de Matamoros, encabezados por el presidente del consejo municipal del lugar, Roberto Castillo Hernández, se adhirieron al proyecto político del candidato a gobernador del PAN, comprometiéndose a
aportarle no menos de 2 mil votos.
Aclararon, sin embargo, que no lo hacen porque quieren cambiar de camiseta, sino porque, como el candidato de este partido al gobierno estatal, Jorge Valdez Vargas, no tiene ninguna posibilidad de ganar, quieren ayudar a la alternancia que representa el principal aspirante de la oposición.
Una decisión similar fue la tomada por el candidato del Partido Encuentro Social a la presidencia municipal de Tampico, Ricardo Pontvianne Ventura, quien, como tampoco tenía la menor oportunidad de llegar a la alcaldía porteña, optó por unirse al proyecto del aspirante blanquiazul, Germán Pacheco Díaz.
Y al igual que los perredistas de la frontera, el contendiente del PES explicó que tampoco renuncia al partido.
A propósito, otra que tiró el arpa como candidata del PT a alcalde de Madero, fue Norma Aracely Araujo Hernández. El motivo, según declaró la propia aludida, fue la falta de apoyo económico que la directiva del PT le había ofrecido y como no tenía caso seguir fingiendo que era candidata optó por retirarse de la contienda.
Ya que hablamos de la urbe petrole- ra, el ex alcalde Jaime Turrubiates Solís reagrupó al cuarto para las doce a sus ex operadores políticos, Ángel Maldonado Pereyra, Leonardo Muñoz Padrón y Mario Villalobos Garza, para que en la recta final de la competencia se sumen a la campaña de reclutamiento de adeptos del candidato de coalición del PRI a gobernador.
¿Por qué a última hora?, no tenemos idea, pero los operadores se pusieron manos a la obra ya que disponen de una semana para convencer a los maderenses con los que logren hablar que el proyecto de Balta y demás compañeros de fórmula es la mejor opción para Madero y para los tamaulipecos.
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