Muchos le llamaron moda, otros el renacer de la gloriosa historia, en algunos más causó envidia, pero eso sí, para nadie pasó desapercibido al grado que llegó una importante inversión que hoy los hace vivir una realidad muy diferente.
Es la nueva Jaiba Brava, el Tampico-Madero, pasión de miles y tradición de toda una región, emblema del fútbol mexicano que hoy está de vuelta en un escalón más cercano a la división donde forjaron respeto a base de historias que contadas por nuestros padres y abuelos, se mantienen vigente y con la esperanza de revivir.
A un paso se quedaron de escribir una página dorada con el ascenso deportivo y si bien en la memoria colectiva quedará un hecho violento que más adelante abordaremos, la pasión y el arraigo ganaron y marcaron la tendencia para que inversionistas de mucho peso pujaran por un equipo y una afición que ni los mismos locales durante años pudieron gestionar, ni mucho menos conseguir.
El miércoles se confirmó que el TM será franquicia de expansión en la división de AscensoMX, rival directo de Correcaminos con lo que revive el auténtico y único Clásico Tamaulipeco, el que enfrenta a la capital con el sur, naranjas contra celestes, capital administrativa contra capital económica, pensamiento e inteligencia ante el esfuerzo y la creatividad, el dinero del centro, frente la lucha de los del sur.
Hablar del Clásico Tamaulipeco es hablar de historia, de ideologías distintas, de culturas diferentes, unidas y divididas a la vez por el fútbol, un auténtico deleite de pasión futbolera que se delimita en un rectángulo de cal sobre una alfombra verde, ese que hace ya más de siete años nos hemos privado de disfrutar.
Mejor noticia no pudo haber recibido el mismo miércoles Correcaminos, el eterno rival de la Jaiba Brava.
Y es que justamente ese día a los naranjas les dieron la pésima noticia que por segundo torneo consecutivo no jugarán CopaMX, su rendimiento no le alcanzó para librar el corte que lo hagan medirse en el torneo alterno con rivales del máximo circuito en la aspiración de un título más en disputa.
Un semestre en el que Correcaminos deberá enfocarse en un solo objetivo, aunque ahora con el regreso del TM serán dos, el calificar a la liguilla y lo que a la búsqueda del título refiere; y por otro lado el enfrentarse a su rival de territorio, su obligación de luchar, de lucirse y de ganar el Clásico Tamaulipeco.
Hoy Correcaminos debe ponerse de pie y saludar con gusto a quien le vendrá a dar sabor al torneo, al que aunque no juegue contra él, nos tendrá atentos a cómo le fue en su jornada, cuántos puntos lleva, en qué posición de la tabla va, para saber si nos preocupamos o para la clásica cargada, todos esos aspectos que probablemente ya se nos habían olvidado pero que son parte de una rivalidad a la cual toda la división de ascenso estará atenta.
Tampico Madero le devuelve a Correcaminos indirectamente espíritu, le despertará el hambre de competir, el instinto guerrero, pues sabe que esa competencia consigo mismo ya no es suficiente, deberá crecer para que el rival no le llegue ni a los talones o esforzarse por alcanzarlo, todo eso representa el regreso del celeste; por todas estas razones, hoy Correcaminos deberá decir a grito abierto y que se escuche desde el Bravo hasta el Pánuco: ¡Gracias Jaiba Brava!.
@luisdariovera