Aunque no lo habían anunciado previamente, la novedad del último día de campaña baltazarista contará con la presencia del líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera. Serán dos cierres importantísimos y del más alto carácter estratégico, los de hoy en Reynosa y Río Bravo.
En Río Bravo, a las cinco de la tarde, en la plaza principal de la Avenida Madero, Balta rubricará dos meses de arduo trabajo, con una gigantesca concentración de militantes y ciudadanos. A las siete y media, en Reynosa, el power baltazariano se dejará sentir, como una sinfonía de miles de rostros, afinados por el orgullo de la pertenencia y la camiseta.
Justo ahí, muy cerca de BH, estará el director de la orquesta priísta en todo el país. Beltrones viene hoy para dejar sembrado su grito de la victoria en el horizonte urbano de la frontera. Las muchedumbres de la estructura y de la sociedad civil, perciben en el aire tamaulipeco el aroma inconfundible del triunfo.
En la zona conurbada, en ciudad Victoria, en el norte, Baltazar Hinojosa Ochoa está escribiendo el epílogo de su campaña, con una frase que lo define a lo largo de estos sesenta días: cuenta con el apoyo de las multitudes. El guión de Balta lo han escrito las muchedumbres.
CUANDO LOS PANISTAS LLEGARON AL PRI
Una mañana de abril de 1988, el candidato presidencial del PAN, Manuel J Clouthier llegó hasta la plaza principal de ciudad Victoria, se metió al restaurante Sierra Gorda, y desde ahí, con su voz aguardentosa, ofreció una rueda de prensa para decir que los priístas le habían robado el programa de acción al PAN.
Años más tarde, nos dimos cuenta cual ciertas habían sido sus palabras con un presidente Carlos Salinas, forjado en la visión más ultra conservadora del establishment norteamericano.
Ciertamente el PRI se había puesto la piel de la derecha con mucha anticipación, y tendrían que pasar doce años más, incluido el magnicidio de Colosio, para que el PAN llegase, (tardíamente), a su cita histórica con el poder de Los Pinos.
La empanización del PRI en el país, no fue de un plumazo. Se ha ido escribiendo de manera lenta, y en ocasiones ha registrado las contradicciones propia de un priísmo que aún conserva rasgos de una política de centro, renuente a ceder espacios al distanciamiento con las clases populares. Esto quiere decir que aún hay cuadros tricolores de alto rango, cuya formación política es congruente con la necesidad de restablecer la alianza social, e impulsar el empoderamiento de la sociedad desde las instituciones. Baltazar Hinojosa Ochoa, es uno de ellos.
En la actualidad, sus planteamientos son de la más pura cepa ciudadana; sus propuestas se inscriben en una tradición de apertura social, que ya se veía extinguida.
Sin embargo, el arduo trabajo que se viene realizando desde la plataforma de la campaña baltazarista, rema contra la corriente de una cultura priísta que en los últimos años le ha rendido pleitesía al PAN. En muchas ocasiones, los nombres de las ilustres familias del PRIANATO, se han llegado a mezclar en una amalgama donde no alcanzamos a distinguir los tricolores de los azules.
En la entidad, si el PRI quiere realmente recuperar ese terreno que ha cedido a la oposición panista, deberá llevar a cabo una auténtica refundación que incluya el reacomodo generalizado de cuadros y de operadores. El PRI, en nuestra entidad, requiere de ese fulgor y de ese estado de ánimo que lo ha llevado a ser un partido unido y entusiasta en todos los órdenes.
Las anteriores características, las del colorido y la participación alegre de grandes conglomerados, ha sido lo que le ha inyectado a la campaña de Baltazar un nuevo ritmo y un rumbo que apunta al triunfo. Lo anterior, lo hemos constatado en las grandes ciudades de la frontera, del sur y el centro de Tamaulipas.
El priísmo luce como en sus mejores tiempos, alguien le ha dado vitaminas, y la gente ha recuperado ese optimismo que durante algunos años no se veía.
Las campañas llegan hoy a su fin. Esperemos que este renovado entusiasmo, en el PRI, haya llegado de manera oportuna y que el voto de este domingo próximo les sea favorable.
El PRI de las alianzas populares y ciudadanas se está jugando su última carta: le está pidiendo a la sociedad una oportunidad para demostrarle que las cosas se harán bien. Y que los cambios que la ciudadanía exige, se llevarán a cabo de manera puntual. Plantean un viraje, una mudanza de alto nivel.
Esperemos que este cinco de junio, el tiempo, para poner en marcha su pequeña revolución del poder, les sea benigno.
POSDATA: Ayer falleció en un accidente automovilístico, Ramón Durón Ruíz. Fue un político tamaulipeco producto de la cultura del esfuerzo. Nuestra solidaridad con su familia.