Lo que se dio como un fenómeno generalizado el 5 de junio, rechazando por completo las estrategias y formas de proceder del PRI en Tamaulipas, ahora debe ser retomada por sus propios militantes y lograr hacer de su instituto una «refundación» que permita revisar sus procedimientos.
Los militantes que se dicen «priistas de Corazón», deben hacer un ejercicio autocrítico si pretenden retomar el camino en las elecciones locales, pues en la contienda quien fue verdaderamente derrotado no fue Baltazar Hinojosa, sino fue directamente el partido Revolucionario Institucional.
¿Por qué el PRI? Porque solamente basta ver la situación que vive el partido a nivel nacional, por la forma de retroceder al gobernar y como a seguido permitiendo que los mismos personajes de siempre, sigan gobernado directa o indirectamente sin tomar en cuenta el verdadero pulso de lo que quiere la gente.
El PRI fue castigado en las urnas no solo en Tamaulipas, sino en 7 de los 12 estados en los que presentó candidaturas.
El PRI a estas alturas no puede culpar a sus candidatos de haber perdido, porque fuese quien fuese su abanderado, este iba a perder las elecciones por el odio que se ha ganado el partido en sus acciones políticas en todo el país.
Por eso decimos que efectivamente, Baltazar no perdió, sino quien salió realmente derrotado fue el PRI, por lo tanto esto no significa que el PAN haya ganado la gubernatura por bueno, o porque su candidato fuera más «limpio» que el de enfrente, sino porque era Acción Nacional era el que podría capitalizar de forma tangible e inmediata el descontento de la gente en contra del PRI.
Todavía recordamos aquella anécdota que contaban antes de las elecciones y que se comentaba como chiste, cuando le preguntaban a una señora a que candidatos prefería darle su voto, y esta contestaba «Todavía no decido quien quiero que me robe los próximos seis años».
Ahora vemos que algunos priistas importantes comienzan a carburar la idea de una «refundación» del partido, no como la que de manera demagógica se manejo bajo el slogan «un Nuevo PRI», cuando se trataba del mismo dinosaurio revolcado quien dirigía al partido desde otras posiciones.
No, si ese partido quiere realmente retomar el rumbo requerirá romper muchos paradigmas de su pasado y crear condiciones para que gente fresca este en disposición de militar, pues no se trata de traer solamente caras nuevas, sino de sean realmente cuadros formados que brinden una expectativa diferente al instituto político.
La formación de cuadros es una vieja formula de todo partido que se precie de democrático debe retomar. Generalmente las consecuencias de no hacer este ejercicio con su militancia, a la larga se transforma en un problema interno que evita la evolución política de los organismos partidistas.
El partido ademas adolece de soberbia, sobre todo cuando se trata de designar gente que lo va representar en las urnas, dejando atrás cualquier posibilidad de que cuadros intermedios puedan adquirir el compromiso de una diputación o de una regiduría, porque simplemente no tienen la «experiencia el puesto». Y menos las tendrán si no los dejan ejercer
Quien ha comenzado ha hablar fuerte sobre el tema de la «Reconstrucción del partido», es el diputado Federal, Edgar Melhem Salinas, quien de forma directa a sostenido «Hay que darle vuelta a la hoja, hay que entender que hubo varios factores se acumularon en diferentes niveles… no creo que nos sea muy productivo ponernos a ver quienes son, creo que a final de cuentas todos tenemos un poco de culpa, el éxito de la reorganización, de la refundación es ver para adelante, (saber) qué dejamos de hacer en bien de la gente, por qué la gente nos dio ese voto de castigo y a partir de ahí comenzar a construir para arriba, con cimientos fuertes. En el priismo tenemos que empezar con un borrón y cuenta nueva».
Sin más el diputado coordinador de la bancada priista de Tamaulipas en el congreso pone el dedo en la llaga y nos hace pesar que si hoy ya existen estas posiciones dentro del PRI, no solo a nivel local sino nacional, se avecinan verdaderas etapas de cambio, que de no asumirlas con la militancia, los ciudadanos estaremos arribando en el 2018 al entierro de un partido que nació de una necesidad histórica y que ahora desaparecerá como una necesidad histórica… Bueno eso decimos nosotros… Pero usted ¿Cómo ve?
La ojeadita…
La impugnación panista y la de Jesús Roberto al proceso de votación en Matamoros dicen que es un acto para refrendar la democracia dentro del proceso de elecciones y no una simple estrategia para vender a otro precio su salea… ¿Usted cómo la ve?…