Atardece en Tamaulipas. Los mecanismos internos del poder se hicieron añicos. Un día de febrero, a mediados del siglo XIX en el Panteón de París, el científico León Faucault presentó por primera vez su famoso péndulo. Hoy sabemos que aquella bola de plomo balanceándose en el aire fúnebre de las tumbas elegantes, no solamente explicaba la rotación de la Tierra.
En nuestra entidad federativa, nos sirve también para analizar el proceso que a lo largo de los últimos 40 años vivieron las élites priistas y su movimiento oscilatorio y sexenal entre ciudad Victoria y Matamoros. Desde 1975, el último gobernador que no era de estas dos ciudades, fue el tampiqueño Manuel Agapito Ravizé Richer.
Posteriormente han gobernado Enrique Cárdenas González, Emilio Martínez Manautou, Américo Villarreal, Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington, Eugenio Hernández y Egidio Torre Cantú. Cuatro décadas de poder, repartidos entre la heroica y la urbe capitalina. Conglomerados como Reynosa, Tampico y Nuevo Laredo habían quedado fuera de estas sucesiones. En diversos foros y escenarios, la clase política de estos lugares expresó su malestar por su sistemático desplazamiento. El momento crucial en que se produce el
rompimiento de la alianza tácita entre los grupos de Matamoros y de Victoria es el asesinato de Rodolfo Torre Cantú.
A partir de aquí, la otrora granítica unidad del priísmo tamaulipeco, se viene abajo con todo lo que ello significaba, en todos los ámbitos del quehacer político. La ruptura se dio igual en los poderes de facto, que en los institucionales. La llegada de Francisco García Cabeza de Vaca, originario de Reynosa, marca por así decirlo, el inicio de una nueva época política. A partir de aquí, el reparto del poder y el rumbo de las posibles sucesiones podría orientarse hacia el sur, o bien hacia Nuevo Laredo, dependiendo del juego interno que se le otorgue a los actuales protagonistas.
REYNOSA, TAMPICO Y NUEVO LAREDO, PROTAGONISTAS DEL CAMBIO
Justamente las ciudades que les hemos enumerado, donde la clase política priísta no alcanzaba a colocar a un gobernador, fueron las urbes que en este 2016 se convirtieron en artífices de la alternancia. Tanto en la zona conurbada como en Reynosa y en Nuevo Laredo, se generaron los cientos de miles de votos contra el PRI.
Sin embargo, también hay que anotar una cosa: las dos ciudades emblemáticas de ese poder palaciego de cuatro décadas, como son Victoria y Matamoros, siguen siendo priístas, y los
vientos de cambio no las alcanzaron a derribar, dejándolas como dos monumentos de un priísmo que respira a duras penas, pero que aún conserva enclaves de lo que fue su gran señorío.
CABEZA PODRÍA IR AL GABINETE EN 2018
El proyecto de Francisco García Cabeza de Vaca se enmarca en una coyuntura interesante, pues aparece en el escenario del 2016 entre los gobernadores panistas con mayor sustento popular. Y en este sentido cabe la probabilidad de que de regresar al poder el PAN en el 2018, lo inviten a colaborar en el gabinete federal.
El reciente triunfo panista a nivel nacional, amplía las posibilidades de que el partido blanquiazul regrese al poder de Los Pinos. Todo dependerá de que la unidad se consolide hacia el seno de este partido, y de que se logren superar las diferencias entre los grupos que estarán en la disputa de la máxima candidatura: Margarita Zavala, Ricardo Anaya y el poblano Rafael Moreno Valle.
Entre los mandatarios estatales que van a ser muy cortejados por los aspirantes presidenciales del panismo, seguramente que estará el tamaulipeco. Por cierto, Cabeza se puso la verde en el juego de la selección mexicana ante Venezuela. En las redes sociales aparece acompañado de un grupo de niños durante el encuentro del equipo mexican, en Houston.
ALEJANDRO GUEVARA COBOS SE MUEVE EN BUSCA DE LA SEDESOL
El diputado federal Alejandro Guevara Cobos se está moviendo con el fin de conseguir la poderosa delegación de la Secretaría de Desarrollo Social en la entidad, que dejase Édgar Melhem Salinas, y que ahora ocupa Lourdes Flores Montemayor, como una muestra de la despolitización que se vivió en los meses previos al destape de la candidatura priísta.
Hoy, después del fallido proyecto de la gubernatura tricolor, se impone la necesidad de colocar en espacios claves de la política federal a cuadros expertos en el contacto con la sociedad que reivindiquen la imagen del Presidente de la República, y la aplicación de sus acciones de carácter asistencial. Uno de los cuadros cercanos a Peña Nieto, y que por diversos factores se quedó en el camino, es precisamente el legislador mantense. Hoy Guevara Cobos trabaja en pos de convertirse en el operador de la política social del peñismo en Tamaulipas.