Por cultura, en México y muchos países más del mundo, los niños y jóvenes soñamos ser futbolistas profesionales algún día, porque es un deporte que nos apasiona, porque aparte te pagan muy bien por hacerlo y además te ganas el respeto y cariño de millones por sólo patear bien un balón, increíble pero es así.
Suena muy atractivo y con eso soñamos muchos. La realidad es que cuando creces te das cuenta de que no es nada sencillo llegar, es uno entre 100 mil el que lo logra y ese tuvo que pasar por humillaciones, desplantes de directivos y entrenadores, injusticias y dependiendo de que tan maduro y responsable sea, también se pierde de una juventud “normal”.
Por lo que está pasando actualmente en el fútbol, cada vez es más complicado llegar, actualmente olviden ese uno entre cien mil, ahora es entre quinientos mil y no sólo eso, también compiten por un lugar contra los extranjeros que en muchos casos cobran menos.
Poco a poco, siento que ese sueño irá disminuyendo, serán pocos los que se aventuren a decir que de grandes quieren jugar fútbol en México y ahora su meta afortunadamente será ser arquitectos, doctores, abogados o lo que sea, pero futbolistas dudo mucho que quieran ser, al menos los que busquen un buen futuro.
La regla que impuso la Federación Mexican de Fútbol, sobre el número de extranjeros que pueden llegar a los equipos ya comenzó a cobrar sus primeras víctimas, una de ellas es David Izazola, quien a sus 24 años de edad anunció su adiós del fútbol profesional.
El canterano de Pumas publicó un mensaje en su cuenta de Twitter y este se hizo viral de inmediato, el delantero alzó la voz y declaró que “Me retiro cansado de los malos manejos, de los malos tratos y de las burdas decisiones que se basan en dinero y no en capacidades”.
Aunque indicó que se retira no por falta de oportunidades sino por decisión propia, pero dijo que “El Fútbol Mexicano está hecho por personas incapaces de generar un cambio. El negocio es para directivas, personas que ven por sus propios intereses y no por la formación e intereses del jugador”.
Cuestionó el porqué México en categorías menores son campeones mundiales y después esos jugadores son desechados, “Después de ahí empieza el negocio, las oportunidades para que los mexicanos crezcan desaparecen”. Y cerró diciendo que “Hoy decido dejar atrás un sistema mexicano hecho para foráneos”.
Izazola fue Seleccionado Nacional en inferiores, jugó en Primera con Pumas del 2008 al 2013, luego pasó a Querétaro y de ahí a San Luis de la Liga de Ascenso, emigró a Hungría y regresó a Pumas el presente año pero no tuvo ya minutos.
Sin duda que pudo haber tenido oportunidades en la Liga de Ascenso o centroamérica para seguir jugando, pero decidió que no más, por su decisión y forma de redactar no me queda duda que tiene una carrera universitaria y comenzará a salir adelante ahora en alguna otra profesión.
Ayer mismo, aprecié una imagen en Facebook donde el victorense Luis “Tano” Ahumada daba a conocer que había regresado a la Segunda División con el Real Cuautitlán donde era capitán antes de estar de nuevo con Correcaminos, equipo en el cual debutó y aunque le pintaron un bonito panorama a su regreso, volvió a ocurrir lo mismo, no tuvo chance de jugar, lo mismo que Rolando Sena.
Esta misma semana varios elementos de Segunda que fueron promovidos al primer equipo de Correcaminos para hacer la pretemporada, fueron recortados y enviados de nuevo al plantel de Talentos, pues llegaron otros chavos, los que trajeron del draft y como ya tienen plantel completo pues ya no los ocupan. Caray, todo por estar en el sitio menos indicado.
Mi respeto absoluto a los que tienen la capacidad mental de soportarlo todo a costa de llegar y cumplir el sueño, éxito en esa apasionante, difícil y fugaz profesión; podrán retirarse todos, pero el negocio no se acaba.
@daniriosmm
