CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Las parroquias y templos de distintas denominaciones religiosas modificaron el horario de sus de actividades en algunos lugares, oficiando misas a más tardar a las 17 horas para no arriesgar a los feligreses debido al clima de inseguridad que se vive .
El obispo de Victoria, Antonio González Sánchez informó que el ajuste en el horario de las misas y otras actividades, se aplicó desde hace 6 años pero se ha reiterado sobre la recomendación de tomar medidas de prevención para evitar riesgos.
Pero aclara que a la fecha ninguna iglesia cierre en forma definitiva a causa de la inseguridad.
Este ajuste es más rígido en las iglesias de la región centro del Estado, donde paulatinamente se ha visto recuperado algo de espacio pero no del todo como quisieran las familias para moverse con toda libertad, indicó.
Dijo que es muy triste ver esta situación porque no hay la paz que necesita la gente para llevar una vida normal.
«Eso de ir a misa de las ocho de la noche ya se acabó, ya cuando muy tarde es a las siete de la tarde noche en que se oficia la última misa del día y no en todas las parroquias porque existen algunas en que se oficia más temprano a eso de las cinco de la tarde», expresó.
A lo largo de estos años hubo situaciones muy críticas en que la gente casi no salía de sus casas pero no dejaron de asistir a misa a horas más tempranas para pedir a Dios por sus familias, agregó.
Héctor Pérez Rocha, presidente estatal de la Alianza de Pastores, señaló que la psicosis generalizada a causa de la inseguridad provocó una oleada de personas que se han refugiado en la fe, pues dijo que la gran mayoría del pueblo no tiene dinero para un blindaje de sus vehículos o para el pago de guardaespaldas.
En ese escenario los templos se convirtieron en la única opción para sobrellevar la situación de los últimos años y que en algunas regiones fue más crítica que obligó a las iglesias a recorrer los horarios más temprano.
Aceptó que el cierre de actividades va de acuerdo a los acontecimientos del día, que es como una forma de sobreviviencia que se aprendió con esta problemática.
Las reuniones o asambleas se realizan los domingos por las mañanas y las demás actividades de la semana se programan horarios que no pasen de las 7 de la noche para que la gente regrese lo más temprano posible a sus casas, dijo.
«Los templos cierran más temprano pero también hemos visto que han estado más activos que nunca porque la gente busca la protección de Dios ante tanta violencia, no hay otra respuesta más que Dios».
También explicó que las jornadas por la paz en que la gente sale de los templos para marchar por las calles, se volvió una escena muy común de los últimos años y es una señal de que cada día hay más creyentes.
