CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Factores como los incendios forestales, desmontes, erosión y los originados por el cambio climático, han provocado que en Tamaulipas en los últimos 40 años, hayan sido deforestadas más de 300 mil hectáreas, principalmente en la zona norte del estado.
José Ángel Tinajero, investigador y ecologista, señala que el pronóstico para los próximos 30 años, se estima que una cifra similar de la superficie que hoy es cubierta de bosques o montes bajos, sean talados ante el crecimiento industrial, urbano y agrícola.
Afirmó que el estado de Tamaulipas cuenta con una superficie territorial de más de 80 mil kilómetros cuadrados, por lo que la superficie afectada por la deforestación en los últimos años equivale a un 2.4 por ciento, esto sin contar la superficie que se ha abierto para el crecimiento de las zonas urbanas.
“Tamaulipas cuenta con una superficie forestal de 751 mil 637 hectáreas, lo que permite una producción anual de 138 mil 766 metros cúbicos de madera en rollo de productos maderables y 6 mil 637 ton. de productos no maderables”.
Afirma que esta explotación forestal origina que cada año se talen más de 13 mil hectáreas, mientras que se estima que otras 2 mil hectáreas son taladas de manera ilegal, al no informar a las autoridades.
Agregó que en el ramo forestal las principales especies de árboles maderables que hay en Tamaulipas son el Pino, Encino, Cedro, Nogal, Ebano, entre otros, mientras que las plantaciones no maderables que son ampliamente explotadas se ubican la Palma real, Lechuguilla, Vara para tutor, Palma camedor, Paixtle, Guía de parra, Hoja de Orégano, Cogollos y Laurel.
Explicó que la mayor afectación que sufrió Tamaulipas fue en los años 70, cuando por parte del gobierno federal se ordenó abrir las tierras para la agricultura y la ganadería en la época de la llamada Revolución Verde.
“El lema del gobierno federal era de que no quedarán más que las brechas sin sembrar, lo que provocó que montes bajos, selvas y bosques fueran talados para la apertura de tierras para la agricultura y ganadería”.
Indicó que esta situación provocó el avance de la erosión eólica que afecta más de 300 mil hectáreas en la zona norte del estado, en municipios como San Fernando, Méndez, Burgos, Cruillas, Matamoros, Reynosa y parte de la llamada frontera chica.
El investigador señala que con la reforma energética y con el impulso que se ha dado a la explotación de gas en la llamada Cuenca de Burgos, ha provocado que aumente la apertura de tierras para la búsqueda de gas natural.
“Por cada pozo que se genera, se destruye una hectárea de montes, afectando con ello a la flora y fauna de las zonas y en los últimos años en el estado se han abierto más de 80 mil pozos”, destacó.
Indicó que la explotación de gas en el estado, podría provocar que en los próximos 30 años sean deforestadas por lo menos otras 300 mil hectáreas, aumentando el problema en el estado, afectando principalmente montes bajos que es el tipo de vegetación que existe en las zonas donde se realizan los trabajos de exploración y explotación de gas en diversos puntos del estado.