CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Una familia que regresaba a su domicilio después de visitar a un pariente en el hospital, acabó con lesiones en distintas partes del cuerpo, luego de ser chocado el vehículo en el que viajaban por otro automóvil, a la altura del bulevar Fidel Velázquez y calle Matamoros.
Al filo de las 11:00 de la mañana, los técnicos en urgencias médicas de la Cruz Roja se trasladaron a este cruce para brindarle los primeros auxilios a un matrimonio y sus dos hijos de 2 y 4 años de edad, todos con domicilio en el Fraccionamiento Sierra Ventana.
Afortunadamente ninguno de los 4 integrantes sufrió lesiones de consideración, por lo que no fue necesario trasladarlos a un hospital.
Las investigaciones en torno a este percance fueron elaboradas por el perito de Tránsito, Sergio Garay Guerrero, quien señaló como aparente culpable del encontronazo al jefe de esta familia de nombre José Urbina García, de 28 años de edad.
Trascendió que esta persona viajaba con su esposa e hijos abordo de un automóvil Chevrolet Chevy, modelo 1999, que hacia desplazar en dirección de norte a sur sobre el bulevar Fidel Velázquez.
Por conducto de su mujer, se supo que se dirigían a su vivienda después de visitar a su hermana en el hospital General. De acuerdo a las investigaciones se estableció que al llegar al cruce con la calle Mariano Matamoros, Urbina trató de ganarle el paso a la luz amarillo del semáforo, pero al no conseguirlo es chocado en el costado derecho por un automóvil Volkswagen Jetta, modelo 2012.
Esta última unidad era tripulada por Anaid Pérez Ortega, de 28 años de edad y residente de la calle Cedro de la colonia Paso Real, en el municipio de San Fernando, Tamaulipas.
La fémina dijo en su declaración que se encontraba haciendo alto en posición de poniente a oriente sobre la de Matamoros, y al ponerse el semáforo en verde reinició su marcha, estrellándose contra el Chevy, cuyo conductor se le atravesó de manera imprudente.
Fueron los mismos participantes quienes solicitaron el arribo de los paramédicos, afortunadamente ninguno requirió ser hospitalizado.
Debido a que no hubo un acuerdo en la vía pública, ambas partes acudieron a las oficinas de Tránsito a rendir su testimonio, mientras que sus vehículos fueron remolcados al corralón por una grúa particular.