La llamada Coordinadora Nacional de Maestros que controla a tres de los estados más pobres de nuestro país: Oaxaca, Guerrero y Chiapas, incluyendo Michoacán, cuyas áreas confluyen en la pobreza ante las arrogantes ciudades de esos pueblos que viven ingresos cuantiosos por el gran turismo y su economía que vive de su artesanía.
Desde la Reforma Educativa, estos estados viven zozobra, en la penuria económica y la violencia alterna alentada por la falta de autoridad y el acoso constante de violencia y ruptura del orden de la famosa Coordinadora ha sido la guerra de guerrillas. De la pulga y la garrapata que salta de un lado a otro ante la tolerancia de la autoridad. Violentado al más elemental derecho a la libertad de tránsito y el derecho al trabajo.
Los belicosos líderes magisteriales escudados en sus protesta contra la aplicación de la Reforma Educativa cometen desmadre y medio en esas regiones del país.
Asaltos, crímenes, bloqueos carreteros y ferroviarios con miles de millones en pérdidas. En sustancia hay un hecho, se niegan a prepararse y lo más sensible: no quieren perder el gran botín de recursos que les han quitado. Ésto, que equivale a intereses y poder cesado, el gobierno ha sido incapaz de solucionar este grave problema para el país: miedo, tolerancia, incapacidad para asistir con el poder del estado para la aplicación de la ley, es el miedo a las masas, el miedo a un país agotado de promesas.
Es el miedo.