CULIACÁN, Sinaloa.- Los pacientes con lesiones de bala producidas en hechos de violencia deben ser internados para su atención en hospitales militares, donde se cuenta con una seguridad rigurosa y evitar con ello que sean asesinados mientras convalecen.
Así lo estableció el Secretario de Salud de Sinaloa, Ernesto Echeverría Aispuro, quien admitió que el personal médico, enfermeras y administrativos de los nosocomios del sector salud laboran bajo presión y una atención continua, por los actos de violencia.
El funcionario dijo que el tema de la seguridad interna de los nosocomios no se puede resolver con la presencia de agentes de la policía armados dentro de los hospitales, puesto que ello implica un mayor riesgo para el personal y para los pacientes.
Comentó que solicitar que se asignen más agentes armados para el resguardo de pacientes que ingresen a los hospitales con heridas de arma de fuego, lo único que se puede propiciar, es que se registre un enfrentamiento en los nosocomios.
Subrayó que en caso más reciente que tuvo lugar la madrugada de este domingo, en el Hospital General de Culiacán, donde dos hombres armados penetraron hasta el área de recuperación y remataron al paciente, Hernán Alexis “N” de 16 años de edad.
El elemento de la policía que lo custodiaba fue sometido por uno de los pistoleros y despojado de su arma de cargo, por lo que no pudo intervenir para evitar el asesinato del adolescente que convalecía de una herida de bala que había sufrido cuatro días antes.
Según las indagatorias, la víctima, el pasado miércoles, en esta ciudad fue atacado a tiros, junto con su madre, mientras caminaban por una de las calles de esta ciudad, la mujer fue enviada a una clínica particular, donde se recupera.
El Secretario de Salud recordó que el pasado 30 de junio, en el Hospital General de Mazatlán, hombres armados se introdujeron hasta terapia intensiva y remataron al paciente Tiburcio Inés, en presencia de su mamá que lo cuidada y un agente de la policía que lo custodiaba.
La víctima había ingresado siete días antes, con una herida de bala en un ojo que sufrió durante un enfrentamiento que tuvo lugar en el área de estacionamiento de un expendio de combustible en la cabecera municipal de Cósala.
En esos hechos, cuatro personas, las cuales portaban armas largas, fueron encontradas muertas en el interior de una camioneta de lujo, entre las víctimas, se localizó a Juan Carlos Mariscal, conocido como el “Güero 90”, jefe de una célula del Cártel del Pacífico.
Comentó que en este mismo hospital del puerto, la noche del 30 de agosto del 2011, tres sujetos armados se introdujeron en forma violenta al área de urgencias, donde era atendido de una herida en sedal, Jesús Ramón “N”, el cual fue rematado de cuatro impactos.