No me extraña que Enrique Peña Nieto no haya sido capaz de hacer su tesis por sí solo, lo que hoy me sorprende sobre manera es la reacción de buena parte del país al que le vale un cacahuate que tengamos un presidente que desde estudiante mentía, copiaba, engañaba y hasta lo defiendan burlándose de la periodista que descubrió la transa presidencial.
Así es mis queridos boes, más me sorprende que a la borregada que prefiere burlarse con memes se sumen periodistas reconocidos y otros no tanto y hasta vaticinen que el reportaje de Carmen Aristegui será su tumba profesional.
Entiendo que la lideresa priista que ha leído menos que Peña Nieto defienda a su presidente burlándose de la ‘travesura’ del mexiquense en sus años de universitario, pero que quienes tienen la obligación profesional de generar y formar opinión pública lo hagan, me parece un despropósito.
Y es que hace 25 años cuando Peña Nieto presentó su tesis en la Universidad Panamericana no era un puberto, ni cualquier estudiante de barriada.
Ya era uno de los herederos del Grupo Atlacomulco y podría asegurarles que sus guías los Hank hasta lo preparaban para ser presidente de la República.
Peña Nieto fue un estudiante tardío, se tituló a los 25 años y para entonces ya era protagonista en el PRI del Edomex como uno de los chicos de Emilio Chuayffet, ya había pues, ocupado cargos importantes en esa entidad y se perfilaba para lo que fue: gobernador y ahora presidente.
Ese es el fondo del asunto, que desde entonces y hasta la campaña del 2012, el tricolor lo presentaba como intachable, de honorabilidad probada y capacidad sobrada.
Esos que hoy le defienden deben saber que en buena parte de los países del mundo un escándalo como este hubiera tumbado a presidentes o primeros ministros, pero estamos en México.
Me pregunto ¿entonces cualquier secretario de Estado, gobernador, diputado, alcalde o funcionario de primer nivel puede habernos mentido con su título chafa y tenemos que festejarle su gracia?, ¿qué tal si se tratara de un médico?.
Y me sigo preguntando ¿no el líder es el que debe servir de ejemplo para el resto del equipo y mantener su calidad moral intacta para poder exigir comportamiento profesional a la altura a sus subordinados?, ¿con cuál cara va ahora Peña Nieto a exigirle a su gabinete honradez?, ¿reconocerá el PRI que nos engañó o que a ellos los engañó?.
Insisto, no es cosa menor y no porque me obsesione como Carmen Aristegui a pegarle a Peña Nieto, pero no es justo que los mexicanos seamos la burla del mundo por dejados, por permitir que la clase política, empezando por el presidente, descaradamente nos engañen, cometan actos de corrupción y no pase nada.
Crucificar a Aristegui…
Sobre la andanada de burlas contra la periodista Carmen Aristegui me atrevo a hacer algunas consideraciones.
Uno.- Creo que se equivocó en vendernos el súper escándalo muy temprano y fastidiarnos el domingo con la ansiedad de conocer la noticia bomba que al final solo fue un cuetillo y no porque no sea importante, sino porque de Peña Nieto podríamos esperar hechos peores que los que narró el equipo de la periodista.
Dos.- No me parecen con la suficiente calidad moral tipos de la calaña de Federico Arreola que predijo minutos después de la noticia de la tesis plagiada de Peña, la caída de Aristegui, porque el trabajo no tiene mancha, está claro y probado que se copió la tesis, que engañó a la universidad y que por lo tanto su título podría ser impugnado.
Tres.- Me parece pobre, muy pobre y de risa la defensa que desde Los Pinos se hizo del presidente, ironizando de que si era o no noticia una tesis de hace 25 años, como si estuviéramos hablando de la tesis que ostentara un empleado de jardinería de la casa presidencial.
Cuatro.- Me parece que en el PRI no han aprovechado esta nueva oportunidad para desligarse de Peña Nieto que los está arrastrando a la debacle política y que los puede hundir aún más de cara a la elección presidencial del 2018.
Cinco.- Me parece que en general la falta de madurez de este pueblo para exigir al presidente una explicación y echarle en cara sus mentiras, abre la puerta para que los tramposos se sientan aliviados.
Seis.- Creo que allá por los primeros meses del 2018 los priistas serios lamentarán no haber levantado la voz a tiempo.
Siete.- Me ha quedado claro que hasta en los altos niveles del periodismo nacional hay ‘textoservidores’ que no se ruborizan ante las mentadas de los pensantes, que como le dijeron a Federico Arreola, ‘padecen sífilis cerebral’ la que les obliga a matar al mensajero con el fin de proteger a quienes los contagiaron del mal que lejos de lamentar presumen.
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