Como obliga la ley en algunos casos, en otros sólo para acaparar la atención de la opinión pública, antes de que concluya el mes de septiembre, que pondrá punto final a las actuales gestiones de gobierno, estatal, municipales y legislativas, los responsables habrán de dar cuenta a la sociedad el estado que guardan las administraciones al término de sus ejercicios constitucionales.
El gobernador Egidio Torre Cantú rendirá el suyo el 21 de septiembre, mientras que los alcaldes del sur, de Tampico, Gustavo Torre Salinas, lo hará el 8 del mes que entra, el de Madero, Mario Alberto Neri Castillo, el 9 y el de Altamira, Armando López Flores, el 12 del noveno mes del año.
La novedad ahora de la rendición de cuentas es que, a diferencia de otras ocasiones, en el de la gubernatura la ceremonia tendrá lugar en el marco de la alternancia, ya que será la primera vez en 86 años que el mandatario estatal en turno, miembro distinguido del PRI, no entregará el cargo a un militante del mismo partido político, sino de la oposición, en este caso del PAN.
No tenemos idea cuál será la obra cumbre del jefe del ejecutivo estatal, pero en lo que todos coinciden es en que, el gran pendiente que el sexenio que está por concluir dejará al siguiente será el del fracaso de las acciones y programas emprendidas hace seis años para restablecer la paz y la tranquilidad pública, el
principal reclamo de los tamaulipecos.
En el municipio tampiqueño destacan entre los grandes proyectos la construcción de los nuevos mercados municipales y la continuación del desarrollo turístico del paseo de La Cortadura, iniciado por el alcalde Arturo Elizondo Naranjo, en tanto que el de Altamira, el más productivo del área metropolitana, el palacio de
gobierno, el complejo administrativo, la Casa de la Cultura y la Biblioteca.
Aunque desde la óptica del titular del ayuntamiento el programa mayor del periodo que le ha tocado encabezar es el de la electrificación de las comunidades
ubicadas en la margen del río Tamesí, que tenían décadas de alumbrarse con velas.
En Madero, en cambio, cuesta trabajo destacar obras y proyectos de trascendencia y no únicamente de la gestión del momento, sino de varios trienios.
En el del régimen del extinto presidente Sergio Posadas Lara, al que se le quedó en el tintero el Acuario de la playa de Miramar, aparece el Parque Bicentenario, la reconstrucción de la plaza Isauro Alfaro, sin embargo, es un monumento a la desvergüenza y el de Jaime Turrubiates Solís pasó prácticamente inadvertido.
En el correr de los años, cuando los intereses creados no sean un obstáculo para juzgar abiertamente el quehacer público de los gobernantes, la historia pondrá a cada uno en su lugar y justa dimensión.
En asuntos de otra índole, el regreso a clases de miles de alumnos de las instituciones primarias y secundarias del país, como se veía venir, no fue el habitual. Miles de estudiantes de los Estados de Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero y Morelos no pudieron regresar a las aulas, esto como consecuencia de la huelga decretada por la dirigencia de la CNTE, medida que ha metido al conflicto magisterial en un punto de alto riesgo.
Si, como el gobierno ha advertido, se darán de baja a aquellos trabajadores de la educación que no asistan a labores, el grave problema subirá de tono, seguramente se recrudecerán los bloqueos de escuelas y carreteras, lo mismo que los enfrentamientos entre maestros y efectivos de los cuerpos policiacos y se suspenderán las pláticas de las mesas de diálogo instaladas por la Secretaría de Gobernación para buscarle una salida negociada al problema.
¿En qué irán a parar las cosas?
No se tiene idea, pero todo indica que si ninguna de las partes cede, como ha sucedido hasta ahora, no será nada bueno para el país.
Mientras tanto, aunque al cierre de esta columna aún no se cerraba el plazo para el registro de aspirantes a la presidencia y secretaría general del CDE del PAN, todo apuntaba a que la de la mancuerna integrada por el diputado Francisco Elizondo Salazar e Ismael García Cabeza de Vaca, se perfilaba como candidatura única, que, de concretarse, como se espera, a menos que surgiera algún despistado, daría al gobernador electo, Cabeza de Vaca, la oportunidad de gobernar con el respaldo del partido en el que milita unificado.
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