Poco nos detenemos a figurar en el Paisaje intelectual de Tamaulipas A la obra de pesquisa y ojo de águila de Francisco Ramos Aguirre, que hizo de esta tierra su corazón familiar.
Muy joven se incorporó a las lides culturales y se entregó de lleno al periodismo cultural, una de las facetas peor pagadas y no pagadas en las empresas periodísticas.
Aún en nuestros días padecemos el síndrome de la ingratitud. Porque los empresarios piensan que la cultura en los periódicos es cosa gratuita.
Y que no vale madre. Engañan, fintan como que pagan y se hacen de la vista gorda. Paco Ramos es uno de los caudillos del periodismo cultural.
Desde muy joven se incorporo a la cultura literaria e investigación para revistas y periódicos.
Me apoyó en Arquitrabe el suplemento dominical del periódico El Mercurio. Era un gambusino de la música regional, de episodios y crónicas populares.
Pronto se distinguió por su gusto y hallazgos en el corrido, la música popular y los personajes.
En el periódico El Diario y el suplemento Maratín dando rienda suelta a sus hallazgos. Publicando folletos y libros. Con mucho éxito. Paco Ramos Aguirre es un personaje en la Historia Regional.
Un hombre bueno. Amigo de correrías literarias y que justamente Carlos Rugeiro que rugió con honor en este sexenio, fue colaborador eficiente desde su trinchera del Archivo Estatal, le hizo un
merecido homenaje a Paco. Al donar el joven historiador más de cien discos y revistas a la fonoteca del Archivo Estatal. Justo para Francisco Ramos Aguirre. Nacido en Saltillo, tamaulipeco de tiempo completo.