Se vislumbraba que el domingo de clausura de juegos olímpicos cerraría con una sacudida al sistema presidencial mexicano gravísimo. Carmen Aristegui anunciaba desde temprano la publicación de un reportaje acerca del presidente Enrique Peña Nieto, quien “ahora podrá ser visto desde un nuevo prisma a través del reportaje especial que presentamos ante Usted esta noche”, nos dijo. La ciudadanía se mordía las uñas esperando el escándalo prometido.
Las 22 horas del domingo 21 de agosto llegó. Cientos de miles de ciudadanos se “decepcionaron” por el contenido del trabajo periodístico: Enrique Peña Nieto copió, sin dar el crédito correspondiente, párrafos enteros de libros para elaborar su tesis “El Presidencialismo Mexicano y Álvaro Obregón” que le sirvió para titularse como Licenciado en Derecho de la Universidad Panamericana.
La desilusión por la falta de un descubrimiento catastrófico nos pone de manifiesto una conclusión: tan grave es la situación del país y tan dañada está la imagen del Presidente, que la reacción fue ridiculizar el reportaje y pedir más sangre no “un simple plagio”. Una falta académica muy grave y de consecuencias desastrosas de ser descubierta en tiempo fue menospreciada por la ciudadanía.
Al cierre de su administración, Peña Nieto se ha quedado solo. Cualquier acción, entrevista o discurso, se le sale de las manos. Lanza una palabra y ésta regresa como un boomerang con un golpe certero a la investidura del Presidente. Ese artefacto en su trayecto pasa cerca de muchos de sus colaboradores, pero todos tienen la suficiente habilidad de hacerse a un lado o no dejarse tocar.
¿Quién de su equipo está verdaderamente con él? ¿Quiénes asumen los costos de las malas decisiones del Gobierno federal si no es Peña Nieto? ¿Por qué tiembla en Los Pinos y todo se mantiene en calma en Palacio Nacional, Bucareli y Reforma?
El inicio temprano de la definición de la candidatura ha sido una causa del debilitamiento del Presidente y, por consecuencia, del propio partido al que él representa. En el pecado de buscar los intereses cerrados de un grupo el proyecto sucesorio de EPN ha encontrado su penitencia y el camino al infierno del 2018 está en picada con escasas pero existentes posibilidades de detenerlo.
A OJO DE BUEN CUBERO
Este es el esperadísimo reportaje de Aristegui “Peña Nieto: de plagiador a presidente”: https://www.youtube.com/watch?v=SuMirsvkTCg