CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El sector energético en Tamaulipas y uno de sus principales activos, el petróleo, pasaron en un solo un año a ser uno de los principales lastres de la economía regional provocando desempleo, caída de la economía, crisis en las empresas y dudas razonables de su potencial y en consecuencia de su relevancia positiva para la entidad.
Esto a pesar de haber sido considerado como uno de los sectores llamados a ser la palanca de desarrollo para Tamaulipas en la era moderna.
Las actividades económicas vinculadas al sector energético valen alrededor de 100 mil millones de pesos al año, es decir, alrededor del 20 por ciento del valor de la economía de la entidad.
Sólo la industria petroquímica ubicada en el Estado refina el 10 por ciento del petróleo y produce el 80 por ciento de las resinas derivadas del petróleo del país; y en esta
entidad se produce el 13 por ciento de la energía eléctrica de México.
En materia de energía convencional, el 59 por ciento de su superficie del Estado tiene potencial de hidrocarburos, según señala la información pública disponible.
Tamaulipas es líder en producción de gas asociado y no asociado, sede del Activo Integral Burgos y tiene una importante presencia en la producción de Petróleo en tierra, aguas someras y aguas profundas.
REFORMAS, PROMESA SIN CUMPLIR
En 2013, el Congreso de la Unión aprobó reformas estructurales al sector bajo la promesa de que al destrabar las actividades energéticas, caerían inversiones por miles de
millones de dólares que servirían como motor del mayor crecimiento económico jamás pensado.
El Gobierno del Estado hizo lo propio al diseñar una Agenda Energética que permitiría mostrar al mundo el potencial energético de Tamaulipas.
La iniciativa dejó atrás una retórica gubernamental que durante décadas recordaba una y otra vez – en discursos claro-, las ventajas competitivas que la geografía había otorgado a nuestra entidad sin que existieran esfuerzos conjuntos de todos los actores económicos para trasladar esas ventajas en un desarrollo regional y equilibrado en
nuestras ciudades que permitiera a los ciudadanos ver ésa posición geográfica privilegiada reflejada en sus niveles de bienestar.
Hasta ahora, los planes gubernamentales siguen en eso, en planes que aún no cristalizan las expectativas creadas al respecto.
ENTORNO GLOBAL TUMBA EXPECTATIVAS
A principios de 2015, una combinación de factores globales provocó la caída de los precios internacionales del petróleo y con ello, comenzó el declive del potencial energético de Tamaulipas.
La incapacidad de la Organización de Países Exportadores de Petróleo para poner orden en la producción de sus miembros, la caída de la economía de China que debilitó las expectativas de demanda, el incremento de la capacidad de producción de Estados Unidos y la fortaleza del dólar provocaron la caída del precio del crudo.
La baja en los precios del petróleo no tardó en reflejarse en México, en Tamaulipas y particularmente en Pemex.
En febrero, las complicaciones presupuestales del Gobierno Federal significaron para Tamaulipas, un ajuste a la baja de la inversión federal en infraestructura de más de 2,443 millones de pesos, una caída del 33% con respecto a lo que el Gobierno Federal gastó en 2015.
Las dependencia que más caída registró fue Pemex con más de 2,093 millones de pesos de recorte en su gasto para la entidad, lo que fue un golpe al gasto público en la región, pues Pemex agrupa el 63% de los proyectos de inversión pública que estaban de los cuales más de mil millones se aplicarán en la Refinería Francisco I. Madero en el sur de la entidad.
Para marzo hubo otro ajuste que se tradujo en la afectación de alrededor de 3,605 millones de pesos en inversiones programadas en el sur de Tamaulipas.
De 2015 a 2016, el recorte a los proyectos de Pemex en la entidad se había reducido en 780 millones de pesos.
Entre los proyectos que se verían perjudicados están la optimización de la Reconfiguración de la Refinería Francisco I. Madero que implica una inversión de 480 mdp; la reubicación de la nueva TAR Reynosa con 249 mdp.
El programa de Mantenimiento de la capacidad de producción de la Refinería de Madero 2014-2017 es el más grande e implica una inversión de 2 mil 276 millones de pesos; el Programa de mantenimiento integral y actualización de tecnología de compresores de proceso de la Refinería Francisco I. Madero tuvo una asignación de 62 mdp; la Adecuación de los sistemas de desalado de crudo en la Refinería de Madero y de los sistemas de vacío de la planta Combinada 145 millones de pesos.
CUENCA DE BURGOS, EN PICADA
Luego de años de ser considerada uno de los principales activos energéticos de Tamaulipas, la Cuenca de Burgos acumula sólo en el último año, una caída de más del 18%.
Reportes de la Secretaría de Energía reportan que en enero del año pasado la Producción de Gas Natural no asociado superó los 801 millones de pies cúbicos, mientras que para febrero de este año, apenas rebasa los 656 millones de pies cúbicos.
La Cuenca de Burgos que se localiza en los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, y este año contempla inversiones por 8,428 millones de pesos en 266 campos siendo los principales: Cuervito, Cuitláhuac, Nejo, Santa Anita, Arcabuz, Culebra y Chapabul.
Luego de los recortes presupuestados aplicados por Pemex a lo largo del año como consecuencia de la baja de los precios internacionales del petróleo, en lo que va del año la producción petrolera en Tamaulipas ha registrado una caída sostenida, según información del gobierno federal.