MATAMOROS, Tamaulipas.- El envío directo de los repatriados de los Estados Unidos a la ciudad de México podría ser la causa de que en esta frontera en los últimos dos meses se registre una disminución en las deportaciones, esto de acuerdo con las versiones de los connacionales que han arribado a esta frontera procedentes de la capital del país y que señalan que las autoridades norteamericanas envían a cientos de mexicanos a la capital del país.
El encargado de la Casa del Migrante en Matamoros, Juan Antonio Vargas Sierra, expuso que el martes arribó a la ciudad un expulsado de territorio estadounidense y mencionó que llegó a la capital mexicana en un avión con 200 connacionales más en las mismas circunstancias.
El entrevistado dijo que se constató la versión del originario de Puerto Vallarta, Jalisco, cuando presentó la documentación que el Instituto Nacional de Migración entrega y el apoyo que recibió del Servicio Nacional del Empleo.
Vargas Sierra enunció que es posible que la repatriación haya disminuido en la localidad porque el gobierno estadounidense ha empleado la referida alternativa para remitir a los cientos de mexicanos.
Indicó que a partir de septiembre corresponde a Matamoros la repatriación masiva pero existe incertidumbre si las cantidades de expulsados serán altas ante el descenso que se ha presentado en la región.
En el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM) se desconoce si Estados Unidos ha cambiado su forma de operar ya que no se cuenta con información oficial para corroborar la versión que ha surgido de un repatriado alojado en la Casa del Migrante.
En un sondeo realizado con empleados de la instancia, que apoya a los connacionales a su llegada a México, se ha destacado que carecen de datos para sustentar este acontecimiento que podría ser factor de la disminución de la actividad en la ciudad.
En entrevistas anteriores, el titular del ITM en Matamoros, Abelardo Martínez Escamilla, informó que en el primer semestre del 2016 arribaron 6 mil mexicanos bajo este esquema, por lo que era posible que se superara la marca del año anterior que fue de 9 mil personas.
Pero a diferencia de lo pronosticado, en los últimos dos meses la deportación se fue a pique, pues las cantidades no correspondían al movimiento natural, ya que en julio, que era de carácter masivo, síolo se entregaron 724 migrantes y finales de agosto no pasaban de los 200 ciudadanos mexicanos.