CIUDAD DE MÉXICO.- A casi una semana del anuncio de su inesperada muerte, la fronteriza Ciudad Juárez recibió minutos antes de las ocho de la noche las cenizas de Alberto Aguilera Valadez, cuyo nombre artístico fue Juan Gabriel, pero al que cariñosamente se le conoce como El Divo de Juárez.
No fue esta la tierra que lo vio nacer. Sin embargo, lejos de su natal Parácuaro Michoacán fue Juárez donde dio sus primeros pasos hacia una larga y exitosa carrera en el mundo de la música, de la mano de una infancia y adolescencia cargadas del dolor que es la única explicación de sus letras llenas de emociones.
Las avenidas más importantes de esta ciudad, que hace frontera con El Paso, Texas, han sido parte del recorrido que se programó para Juan Gabriel, antes de llegar a la que fuera su casa para una misa en su honor. Esa misma casa será su última morada después del esperado homenaje en la Ciudad de México, donde el Palacio de Bellas Artes ha vivido una semana intensa con fieles admiradores del cantautor esperando por despedirse de él.
Esas avenidas de Juárez lucen vestidas de flores y veladoras, así como de la gente que espera por el que quizá sea el más famoso de sus ciudadanos. Tampoco han faltado los homenajes en estos días en lo que fuera el bar Noa Noa. Hoy, el estacionamiento, otrora fue el primer lugar donde el intérprete cantara ante un público.
Javier González Mocken, el alcalde de Juárez, difundió la ruta que seguirá la carroza en la que se trasladen los restos de Aguilera a su llegada procedente de territorio estadounidense la tarde de este sábado. También se espera que haya una parada, de al menos minutos, frente a una escuela de música apoyada por Aguilera.
La misa, de carácter privado, fue programada a las ocho de la noche locales, aunque afuera la ciudadanía ya espera para realizar un homenaje.
Aunque los restos del cantante se trasladen el domingo a la capital mexicana, el homenaje en Bellas Artes se ha programado para el lunes, a partir de las tres de la tarde.
Con información de Univisión