El partido de moda en Tamaulipas es el PAN, desde por ahí de las 19:00 horas del 5 de junio pasado el azul que antes no les sentaba les nació el gusto por el azul y ya la fila es larga para que tricolores renegados, verdes que se ofrecen a quien detente el poder y muchos de otras filias buscan entrar al padrón blanquiazul estatal, peeero!, desde ahora la nueva dirigencia advierte que no será tan fácil, muchos quieren pocos serán los elegidos.
Así es mis queridos boes, hoy el PAN estatal tiene en sus filas a unos 9 mil militantes, gente que ha presentado exámenes, que ha estado ahí cuando las victorias eran las menos y los tragos de la derrota se tenían que repartir entre poquitos y por eso sabían más amargos.
Hoy con el dulce sabor de la Victoria a la que los condujo Francisco Javier García Cabeza de Vaca, miles de los que renegaban del partido de la derecha, de los mochos como en el PRI les llaman, alistan solicitudes para intentar subirse a los vientos del cambio, o mejor dicho en busca de bajarse del tren de la revolución, hoy descarrilado, que les condujo a lujos, viajes y poder.
La prueba del brinco que los priistas de poca memoria, menos dignidad y harta desvergüenza, son las ‘Magnolias’ que le juraron amor eterno a Baltazar Hinojosa y que hoy le imploran cariño a Cabeza de Vaca.
Pero no crean que las mujeres de la alta y antes filia priista quieren trabajo en la administración panista, no, los que quieren hueso son los maridos de ellas, a las ricas señoras las mandan por delante en una especie de prostitución de las élites.
No son las únicas, ya Francisco ‘Kiko’ Elizondo el próximo dirigente estatal del PAN advierte que esperan una ola de solicitudes de nuevos militantes y les ha mandado un mensaje entre directo y cifrado: no seremos un partido de moda.
Les adelanta ‘Kiko’ Elizondo que de 10 aspirantes a militantes del PAN cuatro son los que pasan los exámenes y son aceptados.
Por eso ese partido tiene en Tamaulipas unos 9 mil militantes, no se sabe hasta cuantos vaya a aceptar ‘Kiko’ Elizondo e Ismael Cabeza de Vaca, el primero presidente entrante y el segundo secretario general del PAN, porque de si le dieran cabida a todos los priistas que andan de ‘afanositos’, ‘ofrecidos’, ‘prontos’, tendrían que comprar un disco duro de máxima capacidad nuevo para poder guardar la enorme lista.
Lo que desde fuera uno ve, es que no será tan fácil para los priistas que hoy ‘aman’ al PAN, llegar al azul, porque seguro traería conflictos al interior del nuevo partido en el poder.
Y es que los panistas que se la han partido por años, algunos por décadas, no están muy contentos de la oleada de neopanistas y obviamente reclaman derecho de antigüedad.
Creo incluso que la propia sociedad que ‘boto’ a los priistas del poder no los vería nada bien incrustados en el gabinete del cambio, por lo que lo más seguro es que muchos se quedarán con las ganas, por más porras, por más trabajo que ahora digan hicieron ‘soterrado’, sin salir del closet.
Esos ‘neopanistas’ deben tener muy clara la frase que recorre los rincones de las oficinas del gobierno que está por emerger y que diseña la estructura que se estrenará el 1 de octubre: ‘nada de lo que escriban, digan o manden decir, va a borrar lo que escribieron, dijeron o mandaron decir en la campaña.
En español más claro: aquellas acusaciones sin fundamento de: delincuente, amigo de personas de dudosa calidad moral y otras que se manejaron en la campaña no van a ser sustituidas por las loas y chupetones que hoy le lanzan al próximo gobernador.
Hasta donde nos la sabemos las prioridades de la nueva administración para conformar el gabinete en primer, segundo y tercer nivel: primero el grupo que ha acompañado y se la ha jugado con el gobernador electo desde hace muchos años, luego los panistas de toda la vida, después los priistas y de otros partidos que se fueron en la campaña a las filas cabecistas, ya después el resto.
Entonces digamos que por más que gasten en botellas de vinos caros, en viandas dignas de cardenales y por más que manden a las doñas emperifolladas a intentar agradar, los primeros siempre serán los primeros.
También hay que dejar claro, que por cómo se ha visto a los equipos de trabajo en las mesas previas de la transición, contará y mucho también el perfil profesional de los que van a ocupar los puestos clave del gobierno entrante.
No se espera por lo tanto que de pronto un personaje pudiera ocupar la Secretaría de Educación, administración y la tesoreria en una misma gestión como ya ocurrió en el pasado reciente donde lo que contaba era el negocio, la transa y la amistad.
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