Mucho se ha dicho que el Parque Eólico Tres Mesas, ubicado en Llera, Tamaulipas, es el proyecto más grande de México; sin embargo, tras la inauguración que hiciera Enrique Peña Nieto en marzo de la Central Eólica Sureste I Fase II, asentado en Asunción Ixtaltepec, Oaxaca, se anunció como el más grande desarrollo del país y luego se repite la historia tras el arranque del Parque Eólico Ventika, instalado en General Bravo, Nuevo León, que en esta semana fue comprado por Infraestructura Energética Nova (IEnova). ¿Por fin? ¿Cuál es el más grande? Esto hasta parecería un ardid en el discurso político, pero en realidad no lo es.
Peña Nieto al inaugurar la Central Eólica Sureste I Fase II ciertamente –hasta ese momento- era la más grande de México, particularmente después de la reforma energética. Mire usted estimado lector, este desarrollo tuvo una inversión de 157 millones de dólares, generó casi 700 empleos durante su construcción, cuenta con 34 aerogeneradores, con una altura de 75 metros y cabe destacar que están instalados sobre la planicie de Asunción Ixtaltepec, Oaxaca. Tiene una capacidad de 102 megawatts, lo que equivale a suministrar a una población de 219 mil habitantes.
Para finales de abril iniciaron operaciones los Parques Ventika y Ventika II, formalizados con una sociedad integrada por Fisterra Energy, compañía controlada por fondos gestionados por Blackstone, así como Cementos Mexicanos (CEMEX) e inversionistas privados. Su arranque ya no pudo ser anunciado por el gobierno de la República por la veda electoral, pero esta semana se empezó a mover como el más grande del país, dada la compra realizada por IEnova. Este desarrollo fue adquirido por 852 millones de dólares, generó casi tres mil empleos durante su construcción, cuenta con 84 aerogeneradores, con una altura de 116 metros y también están instalados sobre una planicie en General Bravo, Nuevo León. Tiene una capacidad de 252 megawatts, lo que equivale un suministro aproximado para tres pequeñas ciudades.
Ventika sobresale por la aplicación de un nuevo hormigón fabricado por CEMEX, que es una innovación para el sector eólico y una aportación que seguramente llevará a los más de 50 países que tiene presencia la cementera transnacional originaria del noreste de México. Además –al momento- es el parque eólico más grande de México y uno de los más grandes en Latinoamérica.
Tres Mesas tuvo un pequeño atraso en la interconexión con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por lo que arrancará operaciones en octubre (originalmente sería en septiembre). Las centrales Tres Mesas 1 y Tres Mesas 2 son desarrollados con una inversión de 241 millones de dólares, culminará con una generación superior a tres mil empleos durante su construcción, cuenta con 49 aerogeneradores, con una altura de 120 metros y, a diferencia de Sureste y Ventika, están instalados sobre tres mesetas en Llera. Tendrá una capacidad de 149 megawatts. Sin embargo, ya están trabajando en las fases 3 y 4 que llegarían a 90 aerogeneradores, además de la fase 5 con otros 90 más.
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