¿Qué nos hace humanos? Es la más constante interrogante y uno de los pilares de la filosofía. El pensamiento marxista, por ejemplo, se basa en el darwinismo para explicar que el trabajo fue el detonante evolutivo de la humanidad y de la civilización, y también el mecanismo por el cual el sistema burgués oprimiría más adelante al proletariado.
Otros, como el filósofo vasco Miguel de Unamuno, veían el concepto de humanidad más cercano a los sentimientos que al conocimiento. Aseguraba que aún los pensadores más grandes de la historia no gozarían del mismo crédito si en sus ideas no se hubieran plasmado también sus sentimientos. Sin la poesía, estipulaba Unamuno, no existiría la filosofía y ninguna ciencia.
En las civilizaciones judeocristianas, por muchos siglos tuvieron la idea de que los individuos debían de seguir una serie de mandamientos que les permitía estar bien con Dios y con sus semejantes. Infringir la Ley divina, así fuera solo de pensamiento, tenía como resultado graves consecuencias con Dios y con la comunidad. La humanidad era definida por el estricto cumplimiento de las normas.
Pero la llegada de Jesús de Nazaret le dio un giro radical a la idea que se tenía hasta ese momento de Fe. El mesías había llegado con un claro mensaje para la humanidad: la
misericordia era lo que en realidad nos definía como humanos, y sólo mediante ella se obtendría siempre el perdón de Dios.
Esa idea, la de ayudar al prójimo, la de hacer el bien sin mirar a quien, fue en un inicio el lema por la cual se dispersó el cristianismo por todo el Mundo, y que luego se tergiversó con la burocracia eclesiástica y sus excesos.
Durante siglos, la Iglesia estipuló una serie de principios morales que difuminaron la idea inicial de amar y ayudar al prójimo. En su afán de fortalecerla como institución y de monopolizar la fe, inició la persecución y castigo de todos aquellos que no predicaban a exactitud su concepto de la palabra de Dios.
Durante siglos, la iglesia católica emprendió campañas que tuvieron como resultado el sufrimiento: guerras como las cruzadas, instituciones como la Santa Inquisición, el control de algunas instituciones del Estado (como en México lo hizo con el Registro Civil), y la formación de organizaciones tan cuestionadas como lo son el Opus Dei y los Legionarios deCristo (cuyo fundador fue Marcial Maciel).
Y aunque algunos grupos como los Jesuitas y los Franciscanos trataron de enseñar al mundo el verdadero propósito del cristianismo, la cultura del castigo y de la exclusión aún impera en la mayoría de los sectores de la Iglesia Católica.
La Iglesia continúa con su intolerancia a pesar de lo mucho que ha cambiado la humanidad, y de lo mucho que se ha dañado su imagen institucional.
Muchos sectores de la Iglesia no entienden que hasta el Papa, su Jefe Máximo, ha cambiado la forma de predicar la palabra de Dios. Mientras Francisco habla de misericordia, de amar al prójimo, de la tolerancia, del perdón y de la humildad, otro sector de la iglesia fomenta la intolerancia, el castigo y la excomulgación de los pecadores.
Las marchas que se llevaron a cabo ayer en diversas partes del país y la que se llevará a cabo el 24 de septiembre bajo el lema #DefendemoslaFamilia, demuestran ese sector de la iglesia que excluye y castiga la diversidad entre sus feligreses.
Es el mismo sector de la iglesia que defiende a los padres pederastas y que aseguran que la pederastia es un pecado menor a la homosexualidad. Una iglesia que asegura destruir una vida no es algo tan malo, y el amar al prójimo si loes, muestra una acumulación de moralidad.
Esa acumulación que al final se convierte en doble moral.
La doble moral de una iglesia que ataca a la comunidad gay es la misma que solapa la corrupción, la iglesia que “defiende a la familia” es la misma que no alza la voz para cesar el abuso de inocentes bajo la realidad que viven el país y el estado, y es la misma iglesia que “defiende la vida” pero no hace nada porque al menos todos sus feligreses tengan “una vida digna”.
Y pierde los principales ideales que le dieron origen: la felicidad y el amor.
El Federalismo del Bronco y Cabeza de Vaca
La idea es buena si no se queda en el discurso. El viernes, Jaime Rodríguez Calderón anunció la creación de una Policía Regional que se encargue de vigilar las zonas limítrofes entre Nuevo León y Tamaulipas.
El “Bronco” aseguró que ya ha sostenido pláticas con Francisco Javier García Cabeza de Vaca sobre coordinar entre los dos estados un cuerpo de seguridad que sería similar al que opera entre Torreón, Coahuila y Gómez Palacio, Durango.
Lo anunciado ayer iniciará un debate que por casi 12 años no ha terminado y siguen arrastrando los estados y la Federación: ¿Quién se encargará de la Seguridad Pública?
En Estados como Guerrero, Michoacán y por un tiempo Tamaulipas no contaron con Policía Municipal y Estatal. La Federación tomó el control casi en su totalidad con la presencia de la Policía Federal, el Ejército y la Marina.
En Tamaulipas son poco más de tres mil elementos los que forman la Fuerza Tamaulipas. Hasta el momento sólo operan en Victoria y Nuevo Laredo, mientras la frontera en su mayoría, es patrullada por la Federación.
¿Tendrá el estado la suficiente capacidad para atender al llamado del Bronco? El primer obstáculo que tendrá Cabeza de Vaca como gobernador, será el de contar con un aparato de policía poco eficiente, caro y con fugas presupuestarias sin justificación.
En lo legal, ambos gobernantes se enfrentarán al centralismo que el gobierno de Enrique Peña Nieto adoptó desde un inicio. Ese afán de control total fue el que tanto lo emproblemó.
Por lo pronto, en el discurso la idea parece buena y una operación en conjunto entre los dos estados ayudaría a mantener a raya a los delincuentes. Principalmente si partimos de una realidad: la mayoría de los capos de Tamaulipas tienen sus hogares en la cosmolita San Pedro Garza García, Nuevo León y muchos de ellos ahí han sido capturados.
Otro dolor de “Cabeza”
Por si fuera poco con el tema de Seguridad Pública, otro serio problema al que se enfrentará Cabeza de Vaca será en el tema de Procuración deJusticia. En ya casi seis años de gobierno, el procurador José Ismael Quintanilla desempeñó su función con resultados mediocres.
Las fiscalías están cercadas por el hampa y nunca pudo Quintanilla integrar una Policía Ministerial a la altura de los problemas que sufre el estado. Las partidas presupuestarias de la Procuraduría reflejan gastos hasta en cirugías estéticas y otros excesos, pero la capacitación y regularización de su personal ha tenido un alto costo y pobrísimos resultados.
La falta de transparencia se refleja también en la información. Recientemente esta casa editora pidió vía transparencia, la relación de cuerpos sin reconocer y que fueron a parar a la fosa común. La unidad de información pública y la procuraduría toda respondieron con una negativa tal que se tuvo que pedir a la Federación que interviniera mediante un recurso de revisión.
Hace unos días, presumieron en boletines la adquisición de unidades de transporte que presumieron en la foto. Sería interesante también que hicieran pública su licitación, el monto de lo gastado y la empresa beneficiada.
En general sería interesante saber lo que hicieron con el presupuesto durante seis años si no ejercieron a plenitud su función, además de recibir el apoyo por parte de la Federación. Cabeza de Vaca tiene un tema del que tendrá mucha tela de donde cortar…
Los vientos de cambio y el Club de Toby
El equipo de transición ya tomó el control de las oficinas. Los priistas hacen sus maletas para irse lo más lejos posible. Es una realidad lo que se dije durante toda la campaña: “De que se van, se van”.
¿Sucederá lo mismo con ese distinguido grupo de constructores, comerciantes, farmacéuticos, vendedores de mobiliario entre otros tantos empresarios cercanos al priismo?
Apellidos como los Valdez, Jiménez, González, Cantú, Osuna, Corcuera, De la Garza, Garza, Diez, Cano, Vela, y otros cuantos más figuran en los contratos de obra pública y servicios más jugosos en los tres niveles de gobierno.
En sus reuniones íntimas todos ellos aseguran que ya tienen el picaporte que les mantendrá abiertas las puertas del presupuesto los próximos años. Tras ellos hay una negra historia digna de ser contada.
