Pareciera que la reforma energética agarró por sorpresa a la clase política mexicana, incluso a la sociedad civil cupular que participa de la toma de decisiones en las políticas públicas, y aunque pareciera increíble, después de años de la promulgación de esta polémica reforma es notorio que tanto los gobiernos estatales y municipales no han sabido entender la veta de oportunidades que pueden atraer, con ello, capitalizarla.
Coahuila fue el primer estado del país en contar con un ente para capitalizar al sector energético, incluso antes de la misma reforma. Con la visión de Rogelio Montemayor Seguy, se creó el Clúster de Energía que ha servido para ese fin, además de sensibilizar a los coahuilenses sobre ese tema y particularmente en el asunto de la fracturación hidráulica (fracking).
Tras la promulgación de la reforma energética, Tamaulipas se apuntó inmediatamente creando la Agencia Estatal de Energía, siendo la segunda entidad del país en contar con un ente público para la atención del sector, al mismo tiempo fue el primer estado en establecer dentro de la estructura del gobierno a un organismo que agilizara las ventajas que ofrece la llegada de inversionistas nacionales e internacionales.
Recientemente se apuntó Nuevo León, sin embargo, me han comentado algunos inversionistas y promotores de las empresas energéticas que no le tienen confianza por la inacción de ese ente dentro del gobierno, incluso hasta mencionan que hay desconocimiento de los funcionarios del cómo deben facilitar la gestión con los empresarios.
Entre la ignorancia de un –ahora ex– regidor del Cabildo de Matamoros y una buena intención de –ahora ex– presidente municipal de Nuevo Laredo, en Tamaulipas o en cualquier otro estado con vocación energética, no han podido establecer un organismo municipal por lo menos para promover la cultura de eficiencia energética y menos para capitalizar la reforma con un básico catálogo de proveedores locales para insertarse en el sector, que bien pueden entrar desde papelerías, baños portátiles, casas de renta, hasta las compañías que fabrican hielo.
Empero, en el lado texano, desde Brownsville hasta Austin pasando por Laredo, sí cuentan con organismos públicos, privados y académicos para este fin.
En esta semana el nuevo gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, entregó el nombramiento de titular de la Agencia Estatal de Energía a José Andrés Suárez Canales, un conocedor del sector energético y quien fuera gerente general de Mexico Branch en Forbes Energy Services LTD. Con esta posición garantiza la continuidad de este organismo, un hecho que otorga certidumbre a los inversionistas; además pronto iniciarán los trabajos para subirla de rango a Comisión Estatal de Energía, siendo un Organismo Público Descentralizado (OPD) que podrá contar con su propio presupuesto y formalmente su propia estructura. Sin duda, es una buena noticia.
Ojalá que pronto los municipios generen sus entes energéticos, no como estructuras pesadas, y desde luego que también los académicos deben hacer su parte, tal como lo hace la Universidad de Texas A&M o la misma Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). ¿Usted qué opina?
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