En secretarías y organismos gubernamentales asoman irregularidades
Investigación sobre corrupción implica a Egidio, Eugenio y la parentela
Lo más importante hoy, es gestionar mayor presupuesto a Tamaulipas
Almaraz Smer le cambia el rostro a Victoria, cumpliendo así su palabra
Hasta donde sé ningún ex funcionario público estatal ha sido liberado de responsabilidad administrativa –obvio en el ejercicio de su función–, aun cuando en tiempo y forma todos hayan entregado sus renuncias, pues la legalidad establece que dentro de los siguientes cinco años inmediatos a su dimisión aún son sujetos a proceso penal en caso de comprobárseles irregularidades.
Por tanto, el hecho de que hayan sido separados de la estructura no les da patente de corso.
Ni siquiera a los que todavía asisten a las dependencias, para poner en manos de sus relevos información privilegiada sobre el manejo de los recursos humanos y financieros, programas y proyectos, así como ajena a su incumbencia como serían las costumbres, debilidades, los placeres, la incapacidad y los vicios de sus otrora jefes.
Y todo por creer que por su delación serían ratificados en el cargo.
De ahí que se haya destapado una cloaca en los días más recientes involucrando no sólo al ex mandatario Egidio Torre Cantú y su parentela, socios y colaboradores más cercanos –por abuso de poder, corrupción, opacidad y encubrimiento a los grupos delictivos, que tanto daño le han hecho, le siguen haciendo a Tamaulipas–, sino también a su antecesor, Eugenio Hernández Flores, familiares y prestanombres, por la compra-venta-renta de los terrenos donde están erigidos el Congreso estatal, el recinto ferial, el Polyforum de Ciudad Victoria, la torre ‘Bicentenario’ y las oficinas de Catastro, Registro Civil, Fiscal y otras, por cobrar anualmente alrededor de 410 millones de pesos tan sólo por la renta del predio.
En el caso de los ex secretarios y directores de los Organismos Públicos Descentralizados (OPD’s), de buena fuente sé que a todos y cada uno se les obligó a inscribir, al calce de sus renuncias, la leyenda de que bajo protesta: ‘ofrezco la dirección de… y el número telefónico… para acudir al momento que se me solicite, a aclarar cuánto se me requiera…’
Eso porque ningún informe les ha sido satisfactorio a quienes lo han requerido. Y sí, por el contrario, animan la traición, como medio para que sus informantes crean que trascenderán en la administración pública.
Hay, incluso, los llamados glúteo expedito que a cambio de chamba no han dudado en revelar información privilegiada o inventar supuestos, por su chapulineo, falta de ética o poca hombría, escudándose bajo uno de los recursos más deplorables en política: el chaqueteo.
En fin, sé que durante los días próximos saldrá más hedor en todas las áreas de la administración pública estatal.
Por vía de mientras hay que ocuparse de cosas serias.
Presupuesto
Al gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, muy en claro le debe quedar que su gestión ante José Antonio Meade Kuribreña –titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP)–, para modificar la iniciativa presidencial sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación, es inútil, porque del jefe del Ejecutivo difícilmente cambiaría de estrategia en la repartición de los dineros públicos.
De ahí que deba acudir a otras instancias, como es la Cámara baja, donde se analiza la reducción presupuestal hasta por 239 mil 700 millones de pesos, para el ejercicio 2017, afectando las participaciones federales de Tamaulipas.
Esto significa que el Estado dejaría de recibir aproximadamente 500 millones de pesos (1.7 por ciento) en relación al 2016, cuando la remesa fue de 47 mil 700 millones sólo en teoría –para ubicarse en 47 mil 200 el año próximo–, pues en la práctica hubo recortes afectando
directamente a los 43 municipios, y en consecuencia a los programas asistenciales de las comunidades todavía marginadas.
De ahí la necesidad que (hoy) tiene el Gobernador electo, Francisco Javier García Cabeza de Vaca de cabildear, personalmente, entre los 15 diputados federales tamaulipecos (sean o no afines a su proyecto), para convencerlos defender los recursos que por su misma aportación al país amerita Tamaulipas, bajo el entendido de que nuestra entidad genera, al menos, el 14 por ciento del ingreso nacional por cobro de impuestos.
Ignoro si hasta la fecha el mandatario entrante se ha reunido fuera o en el Palacio Legislativo de San Lázaro con los diputados, a fin de fijarse entre él y los representantes populares un acuerdo sustantivo que asuma la defensa presupuestal.
Y hasta eso, repito, sin tintes partidistas.
En esto mucho tiene qué ver la voluntad de los 10 diputados priistas (Baltazar Manuel Hinojosa Ochoa, Edgardo Melhem Salinas, Esdras Romero Vega, Luis Alejandro Guevara Cobos, María Esther Guadalupe Camargo Félix, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, Miguel Ángel González Salum, Montserrat Alicia Arcos Velázquez, Pedro Luis Coronado Ayarzagoitia y Yahleel Abdala Carmona), dos los albicelestes (César Augusto Rendón García y Elva Lidia Valles Olvera) el panalista (Mariano Lara Salazar), Gustavo Adolfo Cárdenas Gutiérrez (MC) y el de Encuentro Social (Abdíes Pineda Morín).
Obviamente esas negociaciones serían ríspidas, pero necesarias en la práctica política, así que el proyecto presidencial de reducirle recursos a Tamaulipas aún está en veremos, hasta en tanto no haya acuerdos.
Rechazo al recorte
A más tardar el 15 de noviembre próximo, el Presupuesto de Egresos de la Federación debe aprobarse.
Y es probable que la Cámara de Diputados no alcance a discutir, a fondo, el reparto del dinero público, ante el mar de inconformidades desatado por la intención de recortarles partidas a los gobiernos estatales.
Conscientes de la situación hay mandatarios que ya cabildean entre los diputados –que despachan en el Palacio Legislativo de San Lázaro–,
buscando que a sus entidades se les asignen (para el ejercicio fiscal que viene) recursos suficientes, a fin de no sufrir nuevas reducciones, porque esto repercutiría (negativamente) en los programas de educación básica, normal, tecnológica y para adultos; los servicios de salud, infraestructura social, el fortalecimiento de los municipios, la asistencia social, y, lo peor, en materia de seguridad pública que es el rubro que por el momento más preocupa a los mexicanos.
Ese cabildeo ante los diputados de la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión –el responsable de corregir la propuesta presidencial que ya fue remitida al Poder Legislativo, vía José Antonio Meade Kuribreña, adecuarla y/o aprobarla, según lo ordena la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos–, es avalado por todos los mandatarios –incluidos los de filiaciones político-ideológicas antagónicas al tricolor–, quienes exigen al través de los medios de comunicación masiva que la Federación tenga sensibilidad política para entender que solamente asignándoles recursos suficientes podrían atenderse las necesidades estatales para ejecutar los programas de desarrollo federalistas.
En el caso de Tamaulipas, bien sabemos, los excedentes petroleros han llegado incompletos en los últimos años y por eso; y por eso ahora se pide a la Federación que los recursos de sus programas sociales se apliquen correctamente –hasta eso sin recortes–, puesto que ninguna justificación es valedera cuando se atenta contra el bienestar del pueblo.
Sobre todo cuando es del dominio público que en el país se ha dado una mayor recaudación fiscal; y a Petróleos Mexicanos (Pemex) la venta del crudo y gas natural le ha producido millonarios dividendos, pese a no atravesar por su mejor momento.
Por tanto, los diputados tamaulipecos ya velan armas para defender al estado.
Al menos así lo creo, porque los diez priistas se han comprometido públicamente a analizar el documento para que los proyectos estratégicos de Tamaulipas puedan desarrollarse en tiempo y forma.
Dicho en otras palabras: defenderían cada peso que, por ley, le corresponde a la entidad y es producto de su millonaria recaudación.
Endosando yerros
Insisto sobre el tema, porque, en lo sucesivo, el presidente Enrique Peña Nieto habría de enfrentar a los mandatarios estatales ante un mal reparto presupuestal, pues está visto que la intención del secretario de Hacienda es recortarles participaciones federales.
Y ante la probable acometida hay que recordarle al señor de Los Pinos que los estados y municipios han sido sangrados con el desastre con que se opera Petróleos Mexicanos (Pemex), aun cuando cuenta con un seguro internacional por el monto de 350 millones de dólares, a fin de garantizar un ingreso de 27 dólares por barril de crudo, y que por esa simple y sencilla razón su administración no tiene justificación valedera para plantear ningún otro recorte presupuestal a las entidades federativas.
Sin embargo él trata de pasar por alto tal situación.
Y no precisamente por ser congruente entre su decir y su actuar.
¡Ni hablar! Hoy transitamos por el cuarto año de extravío en muchos aspectos de la vida nacional.
¡Ah!, pero eso sí, la entrega a la política económica neoliberal que marca el país vecino del norte a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) o del Banco Mundial, significan ‘La Biblia’ para Peña Nieto y compañía, incluidos los animadores del neoliberalismo que lo han apoyado en la aplicación de políticas económicas antipopulares.
Por eso hay que estar al tanto del reparto presupuestal.
Lo que viene
Como fuere, Enrique Peña Nieto y compañía se preparan a dar la batalla legal mediante la impugnación al presupuesto que pudiera acordar la mayoría opositora del pleno cameral, exceptuadas las fracciones minoritarias de los partidos Nueva Alianza (Panal) y Verde Ecologista de
México (PVEM), por su proclividad e vender su voto al mejor postor.
En ese sentido, entonces, al señor de Los Pinos todavía le quedarían dos vías para sacar avante su proyecto:
1) La figura legal del veto, que según constitucionalistas, no procede, en tanto que éste se aplica sólo cuando se trate de una resolución que haya tomado el Congreso de la Unión… y no es el caso, todavía; o
2) La controversia constitucional, que tendría que promoverla el mismo señor de Los Pinos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) –ahondando así la lucha entre poderes–, pero sin posibilidades de salir airoso del pleito, a menos que los magistrados atentaran contra la Carta Magna que tanto dicen defender.
De este modo hoy nos encontramos ante la encrucijada de refrendar el Estado de Derecho o de arrastrar al país hacia escenarios nada deseables.
En fin, antes del día 15 del mes próximo, repito el Presupuesto de Egresos del 2017 debe quedar listo.
PRI, a la deriva
La conducción de cualquier partido político sólo puede tener éxito cuando se ejerce un liderazgo a toda prueba.
Es decir, cuando el dirigente en turno tiene como prioridad el fortalecimiento institucional sin anteponer intereses personales o de grupo que puedan lesionar o fracturar al membrete en su conjunto.
De ahí que un líder auténtico se distinga por saber practicar una política incluyente, no exclusiva, permitiendo que en la estructura
cupular partidista participe cuanta corriente mantenga cierta presencia hacia su interior.
Esto viene a colación porque en los últimos días algunos grupos de interés domésticos –y también los arraigados en el centro del país, con cuestionable presencia en la entidad, por qué no decirlo–, se han enfrascado en luchas estériles, pues pretender meter mano en la
reestructuración del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, sin tomar en cuenta que su obsesiva actitud, lejos de coadyuvar al fortalecimiento de la institución, ahora que luce derrotado, provocaría fisuras que de no atenderse a tiempo desencadenarían mayor encono y divisionismo.
Y es aquí, precisamente, donde los priistas del jurásico deben poner en práctica toda su sensibilidad política, so pena de por fin enterrar a la institución por la que votaron en contra en junio próximo pasado.
Trabajo fecundo
Desde el primer minuto que tomó las riendas del ayuntamiento, Óscar Almaraz Smer se ha dedicado a supervisar personalmente las acciones de limpieza y bacheo, pues mantiene firme su compromiso de, en tan sólo 35 días, devolverle a la localidad el rostro de ciudad limpia, ciudad amable.
Él inicia su quehacer al rayar el alba y lo concluye hasta entrada la noche en las colonias y fraccionamientos –inclusive, en la víspera, fue a los ejidos para recibir de voz directa de los ciudadanos sus demandas y quejas–, pero también ha dado en visitar el campamento del servicio de limpia y el depósito de desechos.
Atiende también los programas de pintura de señalamientos viales y cordones; dialoga con los jardineros que podan los espacios verdes y se da tiempo para trabajar en la oficina en el proyecto municipal, que habrá de anunciar en un mes más/menos para de inmediato ejecutarlo.
Son muchas las arterias que, pese a la lluvia, ahora son transitables sin tanta molestia de los operadores de vehículos, pues diariamente se reparan decenas de baches.
Y no quita el dedo del renglón. Por el contrario, exhibe disposición clara de trabajar de la mano con el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, y el presidente Enrique Peña Nieto, pues hay rubros que son responsabilidad compartida de los tres órdenes de gobierno.
E-m@il
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