Javier Duarte de Ochoa volvió a cometer ayer un error político más: presentó su renuncia -solicitud de licencia- a la gubernatura de Veracruz… ¡¡¡en Televisa!!!
En vez de presentar primero su solicitud de separación del cargo en el Congreso del Estado, antes apareció -a temprana hora- en el noticiero de Carlos Loret de Mola.
Si bien el ahora ex mandatario jarocho intentó ‘quedar bien’ con la todavía principal televisora del país, la realidad es que se trata de una seria y grave equivocación política. Un ‘resbalón’ más en su controvertido sexenio.
Aunque a lo largo de la entrevista matutina Javier Duarte trató de ser efusivo en sus respuestas, la verdad es que el ex secretario particular de Fidel Herrera es un cadáver político, un zombie, un gobernador con licencia destinado a pisar la cárcel. La prisión lo espera.
Su vida política terminó.
Sus intentos por criticar la supuesta riqueza inexplicable de Miguel Angel Yunes Linares, mandatario de Veracruz electo, suenan huecos, se escuchan como un grito desesperado y lamentable por desviar la atención mediática. Es una batalla que tiene perdida desde hace mucho tiempo.
A menos de 50 días de dejar el poder de manera formal, el hijo político de Fidel Herrera argumenta que utilizará este tiempo para señalar los presuntos excesos de Miguel Angel Yunes. Incluso, hasta aceptó sostener un debate con el panista en el noticiero de Carlos Loret de Mola, el que quedó pactado para el próximo lunes.
Pero nada de lo que diga en ese debate (si se realiza), o en cualquier otro, servirá para cambiar la pésima imagen que tiene ante la sociedad veracruzana y de todo el país. Sus palabras se traducen en mentiras, sus frases lucen deshilvanadas, desarticuladas ante la realidad financiera y administrativa del estado que mal gobernó.
Ese es el real problema que enfrenta Veracruz: la deuda que deja Javier Duarte asciende a la exorbitante y descomunal cantidad de… ¡¡¡180 mil millones de pesos!!!
Esta información fue revelada por la diputada local panista Ana Cristina Ledezma, sustentada en la serie de cifras recopiladas en la revisión de la cuenta pública de 2016 y los datos aportados a través del Organo de Fiscalización Superior (ORFIS).
La deuda veracruzana incluye préstamos bancarios y contratos bursátiles, múltiples cuentas por pagar a proveedores, las que quedan registradas en un rubro denominado ‘cuentas de orden’. Tan solo el monto en este renglón, a julio de 2016, asciende a 52 mil millones de pesos, un pasivo que daña cualquier presupuesto.
Por su parte, la deuda bancaria y bursátil, que al concluir el sexenio de Fidel Herrera era de 20 mil 500 millones de pesos, seis años después se duplicó: ahora son 42 mil millones de pesos. Es un endeudamiento brutal, que dejó ahorcadas las finanzas del estado por años.
Bueno, el gobierno duartista también adeuda los impuestos sobre nóminas, cifra que ronda los 2 mil millones de pesos, sin olvidar los bonos contratados a través de dos Fondos para apoyo en infraestructura, los cuales, suman una cantidad cercana a los 7 mil millones de pesos.
En 2010, cuando Fidel Herrera Beltrán dejó la gubernatura, el nivel de endeudamiento de Veracruz ya era monstruoso: superaba los 51 mil millones de pesos. En 2016, cuando está a punto de concluir la ‘administración’ de Javier Duarte, la deuda se incrementó 129 mil o 130 mil millones de pesos… para concluir, en promedio, en 180 mil millones de pesos. Un auténtico escándalo.
El desastre financiero de Veracruz se encuentra muy por encima de las demás entidades. Tamaulipas, por ejemplo, con todo y sus cuestionados gobiernos recientes, registra una deuda de 17 mil millones de pesos. Coahuila, gobernada por los Moreira, tiene un pasivo que ronda los 38 mil millones de pesos. Nuevo León, con Rodrigo Medina, heredó una deuda pública de casi 64 mil millones de pesos (aunque ‘El Bronco’ llegó a sugerir que eran casi 100 mil millones de pesos).
Es decir, Javier Duarte ha sido, sin duda, el peor gobernador de todos no sólo en Veracruz, sino en toda la época en que los mandatarios estatales actuaron como ‘Virreyes’. Todo indica que ese ‘Virreinato’ impuesto por gobernadores gandallas tras la alternancia en el poder presidencial en el año 2000 está a punto de terminar.
EL MENSAJE DE LA COMAPA
En una improvisada rueda de prensa, el nuevo gerente general de la Comapa Zona Conurbada, Adolfo Cabal Ruiz, aseguró ayer que la dependencia dejará de ser ‘la caja chica’ del gobierno estatal en la zona. Inicia una nueva época.
El mensaje de la Comapa en el gobierno del cambio revela que sus recursos se destinarán a la mejora del servicio que presta a la comunidad, es decir, un agua de mejor calidad, verdaderamente potable, sin fugas de aguas negras en las calles.
En otras palabras, se dejará de canalizar recursos para mantener ‘estructuras partidistas’. De hecho, ‘la guillotina’ aplicada en la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado ya dejó fuera a una buena cantidad de burócratas que pertenecían al partido tricolor.
Y PARA CERRAR…
La sesión de Cabildo de Tampico que estaba planeada para realizarse hoy se pospuso. Tal vez se lleve a cabo mañana viernes.
Por cierto, la repartición de Comisiones entre los regidores porteños ya va cobrando forma. La mano política de la alcaldesa Magdalena Peraza Guerra se siente en los primeros acuerdos sostenidos con los integrantes del Cabildo.