Tengo un conflicto mental con el tema de los ex gobernadores corruptos de este país, los más recientes en la memoria de la opinión pública, Javier Duarte y Guillermo Padrés, el primero del PRI y el segundo del PAN, uno más descarado que otro pero al fin ambos con evidencias que los señalan como corruptazos, ambos protegidos por el amparo de la reformada ‘ley fuga’ mexicana.
Así es mis queridos boes, primero fue Padrés el ex mandatario azul de Sonora, al que le encontraron hasta una presa particular, le estuvieron amagando una y otra vez que iban contra él, que cuando finalmente iban por él ya se había escapado, la historia con el priista es la misma, esta semana desapareció tras despedirse en cadena nacional, de las narices de los priistas, burlándose de la ley y del país.
Las pruebas contra el gobernador de Veracruz, las hemos visto todos en todos los medios, sus cómplices han reconocido que sirvieron de prestanombres, los afectados lo señalaron desde hace semanas con pruebas, el SAT, la PGR y la Auditoría Superior de la Federación hace muchas semanas lo señaló de delincuente, mientras él seguía gobernando.
Pero de pronto, ¡zaz!, anuncia en la televisión, la ‘oficial’ que pedirá licencia y entonces fue la última vez que lo vimos en vivo, porque desde ese día desapareció.
Había dejado un mensaje grabado para los veracruzanos, un propio llevó la solicitud de licencia y a él no se le ha vuelto a ver.
Me imagino un diálogo en la Secretaría de Gobernación, donde podría haber participado el líder de PRI Enrique Ochoa Reza y el prófugo veracruzano.
Parece que oigo a Miguel Ángel Osorio Chong diciéndole a Duarte, «Mira, vas a salir con Loret de Mola, le dices que pedirás licencia, que no te vas a escapar, se hará un escándalo en los medios y mientras ellos se ocupan de cuestionarte, te pelas»,
Me imagino a Ochoa Reza diciendo, «Nosotros trataremos de empatar lo tuyo con el asunto de Guillermo Padrés, porque si nosotros tenemos un corrupto también los del PAN, mientras discutimos el tema, pélate».
Y claro me imagino que Duarte les habría hecho caso y se fue, se escapó con todo el tiempo que le dio Gobernación y la PGR.
Es de risa, porque apenas hace dos días la Procuraduría anunció que ya tiene una orden de aprehensión en su contra, cuando se supo que desde el sábado vía helicóptero oficial se escapó de Veracruz con rumbo desconocido.
Es la ley fuga a la mexicana, porque recordemos que lo mismo pasó cuando hace unos añitos se acusaba a Humberto Moreira del quebranto de más de 30 mil millones de pesos en Coahuila y resulta que él se fue a España a estudiar, mientras acá le planchaban su situación legal, que todo hace suponer se le complica en Estados Unidos.
Más atrás encontrarán casos similares con los ex gobernadores de Tamaulipas que ustedes ya conocen.
Se acuerdan de Napoleón Gómez Urrutia que desfalcó al sindicato minero y que se fue a Canadá y volvió hasta que sus delitos prescribieron.
Nombre botones de muestra hay muchos, por eso la corrupción en este país está muy difícil que termine, porque desde lo más alto del poder se protege a los más corruptos, seguro porque a cambiar de blindaje comparten el botín.
Ahora que si este gobierno federal, tal vez el más cuestionado y débil de la historia reciente de México quiere al menos dar la pelea en la elección del 2018, tiene la gran oportunidad de empatar los cartones y dar recuperar la confianza.
Ahí están Duarte y Padrés para que los metan a la cárcel, ahí está el otro Duarte, el de Chihuahua igual de cuestionado por actos de corrupción, está Borge de Quintana Roo que transpira corrupción, por ahí se pasean los Moreira, Rodrigo Medina de Nuevo León y nuestros paisanos por supuesto.
¿Pero saben qué?, Peña Nieto tiene temor a actuar contra esos ex gobernadores, porque éstos eran su orgullo en los primeros años de su gobierno, los puso de ejemplo del nuevo PRI, los presumió, cómo ahora los va a someter a la ley.
Pero además, hay versiones de que varios, por no decir que todos los priistas que se cuestionan le aportaron buenas cantidades de dinero a su campaña y pues así no cómo actuar en su contra. Ojalá que nos sorprenda.
El déficit en Tamaulipas…
El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca reconoció ayer que las cosas en el tema financiero están muy complicadas para la entidad. No le dejaron lo suficiente para el gasto corriente, falta para aguinaldos y otros gastos para el funcionamiento cotidiano de la administración que le heredó maltrecha Egidio Torre.
“Estamos hablando de que Tamaulipas cuenta con un déficit de más de mil 37 millones de pesos, simplemente para cerrar el año y esperamos contar con el respaldo”, dijo Cabeza de Vaca.
En eso, señaló el gobernador panista anda ocupado, ya se reunió con los senadores de su partido para que le ayuden a gestionar el apoyo necesario de Hacienda, mañana vuelve a la CDMX con el tema, más la petición a la SAGARPA para que le pague a los agricultores locales lo que les debe.
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