18 diciembre, 2025

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El preparador del ‘eterno descanso’

Para el Doctor José Luis Zapata García, la profesión de embalsamador va más allá de maquillar a los difuntos, es darle a sus deudos una última imagen que les permitirá recordarle de la manera correcta

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En la década de los ochenta, cuando el Doctor José Luis Zapata García iniciaba su trayectoria profesional cómo médico y embalsamador, se percató que en Victoria sólo había un profesional de esa materia, el resto eran empíricos y tampoco había gran cantidad.

En ese entonces la muerte no merodeaba con frecuencia estás tierras y los fallecimientos esporádicos eran por causas naturales o accidentales.

Su trabajo en funerales “Del Recuerdo”, comenzó con lo que entonces había un embalsamador que hacía trabajos para Funerales Carrillo, Funerales del Socorro y Funerales Arredondo, tres de las funerarias de mayor arraigo victorense.

Pero cerca del año 2007, las necesidades en este campo laboral comenzaron a cambiar y entonces el Doctor José Luis Zapata decidió formar Técnicos Embalsamadores a nivel nacional a través del Instituto Educativo Enlaces del Noreste.

El curso es de 45 días, con 200 horas intensivas de aprendizaje.

“Hemos notado que los jóvenes que asisten son aquellos que su familia está ligada al mercado funerario. A nosotros nos impulso crear este instituto para profesionalizar a los embalsamadores, porque la mayoría son empíricos y de esta manera se ha profesionalizado este trabajo. Yo había sido Médico Forense de la Procuraduría General del Estado de Tamaulipas, teníamos conocimiento de estas técnicas”, explica.

Sin embargo, con la intensión de innovar y apoyar a otros, el médico José Luis Zapata, se apegó al artículo 71 de la Ley General de Salud, ahora es el artículo 79, donde decía que sólo podían embalsamar los médicos y técnicos especializados.

“Para entonces ya se había visto que un médico que no se dedica a esto no domina la técnica del embalsamiento, en otra fracción de ese artículo hablaba de los Técnicos y Auxiliares autorizados por una institución educativa competente y en la fracción III, hablaba de las personas acreditadas por la Secretaría de Salud y antes del 2007 comenzamos a dar cursos con técnicas de Estados Unidos que trajimos al estado de Tamaulipas”

En la década de los ochenta sólo el señor Jesús Padilla, de Funerales Victoria, era parte de los Técnicos Embalsamadores a nivel nacional.

“En ese tiempo don Jesús Padilla era el único profesional. Yo creo que más no existían, estamos hablando de 1982 a 1984. En la actualidad en Victoria hay 20 embalsamadores, y de los nuestros ya tenemos varias generaciones, unos trabajando aquí y otros en el resto del país. Nuestros egresados están en Nuevo León, en el IMSS en el Distrito Federal y otros muy bien colocados. Sólo damos este curso dos veces al año y aceptamos a 10 alumnos”, explica.

El trabajo de un embalsamador requiere convicción y pasión por el trabajo, es cómo cualquier otra actividad explica el Doctor José Luis con más de 30 años de experiencia.

“Amando la profesión no vas a trastabillar en nada, es cómo cualquier otra profesión. Pero lo más difícil en este trabajo siempre es embalsamar un familiar o un bebé… un niño. Me ha tocado, la sensibilidad es algo difícil de manejar, sobre todo en los niños”.

El Doctor José Luis, no ha vivido experiencias chuscas en su trabajo, ni situaciones paranormales, pero siempre obtiene satisfacción cuando los deudos admiran su trabajo.

“Cuando me dicen, le quitaste años, parece que está dormido o dormida o cuando hay que hacer algunas reconstrucciones faciales, ellos agradecen la imagen con la que partirán sus difuntos y eso me da satisfacción profesional”.

Técnicas avanzadas

Ahora las recostrucciones se hacen a través de polímeros y ceras y sus conocimientos han llegado hasta Hong Kong, impartiendo cursos de embalsamamiento.

“En cosas de espíritus sinceramente mi creencia es no. Pero los egipcios que eran los mejores embalsamadores tenían la creencia que había vida después de la muerte. Es por eso que los arreglos florales que son tradiciones ancestrales nos invitan a pensar que hay otra vida luego de la muerte, y por eso se les pone alimento, joyas, ropa y otros objetos”.

Ahora el embalsamamiento posee nuevas técnicas cómo la plastinación, que busca conocer a los cuerpos por dentro, en el año 2009 se canceló una exposición de plastinación en Venezuela, el presidente Hugo Chávez lo considero que esa exposición era macabra debido a que los embalsamadores y taxidermistas exploraban otras formas de preservación del cuerpo humano.

Al respecto el Doctor José Luis, explica, “la plastinación es lo más nuevo, pero se aplicará más a la medicina”.

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