CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- A tres años de la instalación de los «botones de pánico», inició la desconexión y retiro de todos los equipos en los 300 negocios del centro de Victoria que se adscribieron a dicho programa, después de que no tuvieron ninguna utilidad, informó Marco González Salum.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio en esta capital (Canaco) dijo que estos aparatos no cumplieron con el propósito para el que fueron adquiridos por la Secretaría de Seguridad Pública, ya que nunca fueron efectivos.
En septiembre, el robo a negocios en Tamaulipas subió a 165 incidentes y superó la media nacional de 148, de acuerdo con la asociación ciudadana Semáforo Delictivo.
Frente a la situación de inseguridad, dijo González Salum, los empresarios decidieron hacer alianzas con autoridades estatales, municipales y con universidades para impulsar un sistema más sofisticado de protección.
«Ahora, con el tema de los robos y las extorsiones, los comerciantes han solicitado el apoyo de las autoridades en general para poder evitar ser víctimas de estos delitos», puntualizó González Salum.
Los comerciantes buscan estar conectados con la autoridad para reportar cualquier situación de riesgo, y en ese tema se trabaja ante las instancias correspondientes, agregó.
Los comerciantes han invertido de 5 a 8 mil pesos en la colocación de alarmas, pagan una mensualidad a la empresa de seguridad de 400 a 500 pesos y adquieren adicionalmente cámaras de videovigilancia, cuyos equipos tienen un costo promedio de 10 mil pesos.
En agosto de 2013, los comerciantes de la capital iniciaron la instalación de 315 botones de pánico mediante un programa subsidiado por la Secretaría de Seguridad Pública, que asumió el costo total de los equipos y el software.
Los aparatos se instalarían en negocios ubicados en la calle 15 hasta el Ocho y por la calle Juárez, pasando por Hidalgo y Morelos.
Con este programa, los empleados de los negocios tendrían comunicación directa con la Cruz Roja, Bomberos, Seguridad Pública o Protección Civil en caso de emergencia.
Sin embargo, se trataba de aparatos recargables que repentinamente se quedaban sin servicio o dejaban de funcionar, razón por la cual muchos empresarios decidieron devolverlos un año y medio después.
En 2013, durante la presentación del programa, Elba Benavides, entonces presidenta de la Canaco, afirmó que los botones de pánico evitarían acciones que pusieran en riesgo la integridad del personal, los comercios y los consumidores.
Antecedente
2013, los comerciantes de la capital iniciaron la instalación de 315 botones de pánico
La Secretaría de Seguridad Pública, asumió el costo total de los equipos y el software
Se instalarían en negocios ubicados en la calle 15 hasta el Ocho y por la calle Juárez, pasando por Hidalgo y Morelos
Los negocios tendrían comunicación directa con la Cruz Roja, Bomberos, Seguridad Pública o Protección Civil en caso de emergencia




