MATAMOROS, Tamaulipas.- Un pequeño de dos años murió atropellado por la camioneta que conducía su padre, al no percatarse que el niño jugaba en la vulcanizadora donde él labora.
La tragedia se registró alrededor de las nueve de la noche en el kilómetro 7, de la carretera a Victoria.
Aunque los cuerpos de emergencia llegaron rápidamente al sitio del accidente, ya no pudieron hacer nada.
El pequeño Paul Ardani murió por fractura de cráneo.
Le pasó por encima una camioneta Dodge Ram, tipo pick up, blanca, que manejaba su padre Oscar Arnoldo Arellano, de 43 años, con domicilio en el ejido La Luz.
El niño tuvo una muerte instantánea.
Personal de la Unidad de Investigación numero 2, de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, fue la que se hizo cargo de las indagatorias.
El papá del pequeño fue retenido mientras se le practicaban las pruebas de alcoholemia y antidoping, pero ambas resultaron negativas.
El hombre sí ingirió algunas cervezas, pero la cantidad no fue la suficiente para que el grado de alcohol en la sangre se considerara como estado de ebriedad.
Debido a eso se le exoneró y pudo estar al lado de su familia para pasar ese trago amargo.




