*El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Ya no existe duda de que la anarquía priva en el país y motivos sobran, sin embargo lo importante es imaginar hacia dónde va todo esto. Dícese que al supremo gobierno le conviene el escenario porque inhibe las protestas legítimas creando un ambiente de temor a efecto de imponer decisiones que ya sabemos, van a contraflujo de las expectativas populares. Pudiera ser, ya se ha dicho aquí que un sistema agonizante es capaz de cualquier cosa. En este sentido México no es la excepción.
Mientras tanto el vacío de poder permite todo lo que hemos observado a través de los medios de comunicación incluidas las redes sociales. Imágenes propias de películas de terror donde pareciera que las autoridades se doblegan ante el impactante argumento del hartazgo que incluye una especie de venganza popular. La apropiación, preferentemente de costosos aparatos en grandes almacenes es la respuesta de la hodencia ante la impotencia de seguir el ritmo consumista a que lo obliga la enajenación mediática.
No hay dinero pero sí la oportunidad de aprovechar las circunstancias originadas por la corrupción e impunidad oficial de la que quizá participen empresarios sin escrúpulos. Ni cómo ocultar las evidencias resultantes de investigaciones a políticos, sobre todo del PRI, cuya moral está alejadísima de los principios básicos del movimiento social en el cual se inspiró la creación de tal partido.
Ha sido una rapiña institucional (la de los políticos) que condujo a la penosa situación que vive México que ninguna manera ha de solventarse a través de un mensaje presidencial como el emitido desde Los Pinos la noche de este jueves. Y es que mientras EPN no reconozca que en lo personal falló al igual que su gabinete y acepte que el gobierno es referente de corrupción (y por supuesto encarcelar a los responsables), no se establecerán canales de entendimiento y comprensión con los gobernados.
Hasta ahora la mayoría de los mexicas estamos convencidos de que el poder solo ha servido para enriquecer a unos cuantos y para empobrecer a las mayorías que empiezan a salir a las calles dispuestas a ejercer revancha. Al margen de que en los asaltos a tiendas pudieran existir provocadores infiltrados por el propio gobierno. Al margen de ello digo, pareciera que la sociedad civil está dispuesta a todo. Y este todo contiene la pérdida del temor a las consecuencias de los actos ilícitos de los que hemos sido testigos a través de la tele y redes.
¿Hasta dónde vamos a llegar cuando ya el supremo gobierno significa poco o nada para la comunidad?. No lo sabemos porque el escenario se torna más confuso por las ambiciones políticas desatadas hacia el interior del régimen. ¿Cómo ignorar que el regreso de Videgaray divide a los principales protagonistas?. Usted dirá que sea cual fuere el candidato lo más probable es que el PRI pierda la presidencia. Y tiene razón, pero no deja de inquietar que el alter ego de EPN cuente ahora con los canales adecuados para convertirse en el brazo operativo de Trump en México. Está en el cargo ideal, con toda la confianza del presidente para entregar al republicano los despojos de la república.
Quedamos en que priva la anarquía y que no sabemos hasta dónde podría llegar el país ante la fragilidad de un gobierno que pareciera agonizar. En este sentido el escribidor opina que la solución está en la posibilidad de que la sociedad civil se organice de verdad tal cual ha sucedido durante las crisis padecidas en otros tiempos. No olvidéis que los movimientos de Independencia y Revolución iniciaron con saqueos a los grandes propietarios. Hidalgo los permitió al grado de enemistarse con Allende y por el mismo motivo Villa y Zapata chocaron con Carranza.
Pero bueno, esto apenas empieza.
¿ Y López Obrador?.
Y dentro de toda esta incertidumbre el columnista supone que a AMLO ya no le conviene la presidencia. Y no le conviene porque de triunfar recibiría un cadáver muy difícil de revivir. Nada más de imaginar dan escalofríos. ¿En qué condiciones quedará México después de la barbarie cometida por los políticos oficiales?. “El peje” tendría que iniciar de cero y ya sabemos que en un sexenio poco se podría hacer por más buenas intenciones que existan. Y hasta es probable que le faciliten la llegada a palacio nacional con tal de verlo fracasar.
El gobierno de Salvador Allende en Chile pudiera ser caso semejante, con las anotaciones correspondientes en escenarios diferentes. En la nación andina ya sabemos de los excesos a que llegó el autoritarismo armado, acá entendemos que sería la oportunidad de reconstruir la república que ha idealizado AMLO. En este proceso la reconstrucción política será fundamental y ello incluye el exterminio de los demonios del sistema.
México ya tocó fondo con el régimen tricolor ¿qué sigue?.
Sucede que
La negativa de los gasolineros de la frontera a reabastecer sus negocios no es asunto menor como tampoco lo es la indignación de los productores agrícolas que les ha llevado a interrumpir el flujo carretero en algunas zonas. Está claro que aquí no hay provocadores sino el derecho a la supervivencia. Es un problema estatal al que habrá que entrarle ¡pero ya!, digo si es que se le puede entrar si no, psss no..
Y hasta la próxima.