28 marzo, 2025

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¿Y los tamaulipecos dónde están?

Llera... siempre es noticia

De los sexenios presidenciales que ha tenido el país destacan el de José López Portillo que gobernó la república de 1976 a 1982, no tanto por la corrupción que caracterizó su gobierno sino más bien porque fue un presidente que petrolizó la economía nacional, dio entrada a una reforma política tendiente a democratizar la  nación y durante su mandato fue cuando se reanudaron las relaciones con El Vaticano al grado que el Papa nos visitó en dos ocasiones y por primera vez en Querétaro se reunió La República y aunque no lo crean pero fue cuando Tamaulipas tuvo dentro del gabinete a varios paisanos ocupando importantes cargos públicos, siendo éstos Emilio Martínez Manautou como secretario de Salud; Jorge Aguilera Noriega como Oficial Mayor de la Secretaría de Comercio; a Javier Ibarra en la Dirección General de Aprovechamiento de Aguas; a Rogelio Rodríguez en la Dirección General de Regularización Federal de Automóviles; al mayor Abdón Trejo Nava como secretario particular del Secretario de Salud  y al llerense Azahel Tovar Morales desempeñándose en la
Dirección General de Educación Física.

Fue el único gobierno federal que tuvo dentro su gabinete a un buen número de tamulipecos a quienes por cierto en varias ocasiones saludamos en sus respectivas oficinas, dada la amistad que siempre mantuvimos con ellos.

Desde entonces que yo recuerde no ha habido tamaulipecos en un gabinete federal que destacaran tanto como los mencionados de tal forma que de ahí surgió Martínez Manautou que fue enviado a Tamulipas como gobernador del Estado, pues él quería ser presidente de la república pero le ganó la nominación, si mal
no recuerdo Miguel de Lamadrid Hurtado.

A propósito de José López Portillo fue el único que visitó Llera, una vez en la “Y” de Llera pero como candidato presidencial, posteriormente lo tuvimos ya como Jefe de las Instituciones nacionales en el ejido “Adolfo Ruiz Cortines”, es más López Portillo al concluir sus estudios como abogado fue enviado al pueblo de mis mayores donde inició su carrera como Licenciado en Derecho y como mediador entre los grupos políticos de Guadalupe Arcos Acuña y el
campesinado del municipio que se peleaban a morir la esquina del poder.

 Ambos grupos fueron llamados México para buscar solución al conflicto político de ese entonces y al no ponerse de acuerdo fue cuando en la Subsecretaría de Gobernación surgió aquella famosa frase que bien recordamos, “ahora sí la chingamos, resulta que la presidencia municipal de Llera está más peleada que la propia presidencia de la república”, lo que da cuenta como era la política en aquellos años en el pueblo de mis mayores.  

Años después, concretamente en 1957 surgió otro conflicto político entre los dos grupos al grado que una vez más la presidencia municipal fue la manzana de la discordia, pues por un lado el candidato gubernamental era don Luis Montoya Torres y por los “arquistas” era si mal no recuerdo don Rómulo Osorio. Fue cuando hubo dos presidencias municipales.

El candidato oficial al ser reconocido como el ganador tuvo que instalar sus oficinas en la casa de don Indalecio Vitales y la gente de Lupe Arcos se posesionó del palacio pero duró poco toda vez que el gobierno de Norberto Treviño Zapata se encabritó y manda desalojar la presidencia para instalar a don Luis en tanto se dictaba la orden de detención en agravio de Guadalupe que fue internado en la penitenciaría del estado como preso político.

En 1983 vuelve nuevamente al complicarse  la situación política y es cuando se desbordan los ánimos entre los mismos grupos pues por un lado la gente de Lupe respaldaba a Eulalio Maldonado Martínez, en tanto el oficial era Mauro Camarillo Velázquez. Este último es reconocido y aunque hubo bloqueo de carreteras, protestas frente al PRI estatal y marchas no prosperó la propuesta arquista al grado que para evitar confrontaciones se optó por integrar una planilla de concertación y el conflicto terminó.

Hoy después de los acontecimientos narrados ya no ha habido disturbios políticos y aunque no se descartan éstos sí quiero concluir que el actual alcalde Héctor de la Torre Valenzuela como presidente independiente está realizando un buen gobierno y no lo duden que irá por la reelección en el dos mil dieciocho aunque el Partido Acción Nacional no deja de picar piedra pero Martha Ponce Cepeda como la carta más fuerte del panismo, ya lo dijo César Augusto Verástegui será la próxima carta a jugar después de El Sapito. Digo si el PRI no lanza un candidato de peso.

HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.

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