WASHINGTON.- La decisión del gobierno del presidente Donald Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos a refugiados e inmigrantes de siete países de mayoría musulmana causaba pánico y confusión entre viajeros el sábado, y muchos desistían de subir a vuelos con dirección al país norteamericano.
Abogados expertos en inmigración en Nueva York presentaron demandas para bloquear la orden, argumentando que numerosas personas sufrieron impedimentos ilegales para viajar.
El nuevo presidente republicano canceló por cuatro meses el viernes los permisos para refugiados en Estados Unidos y prohibió temporalmente que personas de Siria y de otras seis naciones de mayoría musulmana lleguen el país, según dijo, para proteger a los estadounidenses de ataques terroristas.
Una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo que las medidas adoptadas incluyen a personas que cuentan con la residencia permanente o ‘green card’.
El decreto provocó enojo entre viajeros árabes en Oriente Medio y el norte de África, que lo calificaron como humillante y discriminatorio.
Generó también fuertes críticas de aliados occidentales de Estados Unidos como Francia, Alemania, y de grupos árabes-estadounidenses y organizaciones de derechos humanos.
Esta es una decisión estúpida y terrible que perjudicará al pueblo estadounidense más que a nadie porque demuestra que el presidente no puede gestionar asuntos de relaciones entre personas, ni temas políticos y ni globales”, dijo un ejecutivo yemení-estadounidense de una petrolera en la capital de Yemen, Saná.
Las prohibiciones afectan a viajeros con pasaportes de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. En El Cairo, a cinco pasajeros iraquíes y un yemení se les prohibió el sábado abordar un vuelo de EgyptAir a Nueva York, dijeron fuentes de la terminal aérea.
Abogados de numerosas organizaciones de inmigración y la Unión Civil de Libertades Americanas presentaron una demanda en una corte federal de Brooklyn en representación de dos de los hombres iraquíes. Uno de ellos es un ex empleado del Gobierno estadounidense y el otro el esposo de una ex contratista de Seguridad del país.
Con información de Excélsior.