SÍDNEY, Australia.- Miles de manifestantes condenaron en Australia la orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de restringir la entrada a nacionales de siete países musulmanes y exigieron el fin de la detención en alta mar de los solicitantes de asilo.
Más de un millar de personas en Sídney han lidereado este sábado las protestas, que se han repetido en Canberra (capital), Newcastle y Hobart, después de que cientos de personas salieran a las calles de Melbourne.
“La tortura a los refugiados es la vergüenza de Australia” y “Nada de muros, nada de campos de refugiados, nada de prohibiciones” fueron algunos de las frases que se coreaban en las manifestaciones.
Mientras, en Indonesia, decenas de estudiantes y activistas de derechos humanos han protagonizado también una jornada de importantes protestas contra las políticas migratorias de Trump.
Concentrados frente a la embajada de Estados Unidos en Yakarta (capital indonesia), los manifestantes han rechazado las políticas racistas e islamófobas de Trump, y han exigido la inmediata derogación de su orden ejecutiva antimigratoria.
La semana pasada, la orden ejecutiva de Trump suspendió el programa de refugiados de Estados Unidos durante 120 días y prohibió las visitas de los viajeros procedentes de siete países de mayoría musulmana Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen durante 90 días.
Por su parte, la ministra de Exteriores de Australia, Julie Bishop, aseguró que el acuerdo de intercambio migratorio alcanzado con la administración Obama sigue en vigor a pesar de la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, quien ha tachado el pacto de “estupidez”.
El acuerdo con el gobierno del ex presidente Barack Obama estipulaba que Estados Unidos acogería a mil 250 peticionarios de asilo en Nauru y Manus, a cambio de que
Australia acogiera a refugiados de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Si bien Trump ha aceptado mantener el acuerdo, fuentes del departamento de Inmigración de Estados Unidos apuntan a que la Casa Blanca está buscando frenar el proceso de intercambio.
En respuesta, Bishop aseguró que “la administración Trump tiene intención de honrar el acuerdo” y que el gobierno australiano “permanece en contacto con la Casa Blanca y con la embajada de Australia en Washington”.
“Esperamos que el proceso de verificación de los peticionarios sea tan duro como el que tenemos nosotros, a la hora de evaluar posibles riesgos para la seguridad y amenazas para la salud”, apuntó.
Con información de Excélsior.