CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Ejido Monterredondo, Jaumave.- En lo que pareciera un edificio abandonado a la orilla de la carretera Victoria-Tula, en el kilómetro 58, se ubica el centro de Ejecución de Sanciones de Jaumave, conocida como “La Granja”, modelo único en el país, donde 18 reos purgan los últimos años de sus condenas casi en libertad.
De acuerdo a información de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas, esta es una prisión abierta donde se busca la reincorporación con la sociedad de los reos, luego de haber sido condenados por delitos menores.
La prisión está ubicada en las cercanías del ejido Monterredondo, ocupa una superficie de poco más de 10 hectáreas, donde los internos aprenden sobre agricultura, crear ganado, sembrar hortalizas, así como el cultivo de fresas, papa, maíz, frijol, pero además se les enseña oficios como carpintería o fabricación de sillas.
Como parte de la reinserción a la sociedad los reos de esta prisión de puertas abiertas, reciben cursos de motivación y sicología para prepararlos y que al obtener su libertad, puedan adaptarse, para no volver a reincidir y cometer otro delito.
Para ser uno de los reos de la Granja penal de Jaumave, se deben cumplir los siguientes requisitos; haber cometido un delito considerado menor y haber purgado las dos terceras partes de la condena, así como buena conducta.
En algunas ocasiones reos con edad avanzada también son recluidos en este centro penitenciario que ofrece mayor tranquilidad, para las personas que están a punto de concluir sus condenas.
..Del infierno, a la gloria
Carlos fue uno de los internos que estuvo recluido en la Granja de Jaumave en los últimos años y hoy goza de libertad, luego de haber cometido el delito de robo, por el cual cumplió su condena.
“Es como salir del infierno y llegar a la gloria”, afirma debido a que paso las dos terceras partes de su condena en el penal de Victoria, donde vivió diversas situaciones desde violencia, hasta incomodidades que representa el estar interno en la cárcel de la capital.
Afirma que al llegar al penal de Tamatán, tuvo que dormir sobre un cartón en el suelo por cinco meses, porque había sobrepoblación y no hay lugares en las celdas.
Además al convivir con internos que cometieron diversos delitos, en algunas ocasiones se registraban hechos de violencia.
Agrega que al pedir el beneficio para ser uno de los internos en la Granja de Jaumave, cambió su vida, por lo que aprovechó su segunda oportunidad para mejorar gracias a las condiciones que se le ofreció en este centro penitenciario.
“Cuando llegué a la Granja pude respirar tranquilo, al llegar a un lugar en completa armonía, con celdas sin rejas, lleno de paz y además con una mejor atención para los internos”.
Dijo que fue una experiencia muy diferente a lo que había vivido en el CEDES de Victoria, ya que en la Granja se cuenta con servicios médicos, programas de oficios y tratamientos psicológicos para lograr la reinserción con la sociedad de los reos.
Agrega que ahí aprendió a elaborar sillas y sillones de palma y madera, además aprendió como se cría el ganado y se siembran hortalizas, situación que le ha permitido mejorar su vida ya en libertad.
En el Cedes inconcluso sería otra “Granja”
El nuevo penal estatal que está inconcluso en Victoria, el cual se ubica a la salida de la carretera a Mante, su proyecto está diseñado para desarrollar un programa similar a la Granja de Jaumave, con reos de baja peligrosidad y que tengan condenas por delitos menores.
Sin embargo por falta de recursos la obra del nuevo penal estatal, está detenida desde hace más de seis años, la cual fue iniciada por el gobierno de Eugenio Hernández Flores y abandonada todo el sexenio pasado.
En este sitio se destinarían más de 20 hectáreas a realizar actividades de reinserción social para reos que purgaban condenas por delitos menores.