Los afanes de democracia y de marcar la diferencia con el PRI a la hora de elegir a los candidatos y dirigentes del PAN sucumbieron ayer en la elección de los nuevos jerarcas de los comités directivos municipales ante la línea marcada desde ciudad Victoria, el viejo método tricolor, que utilizó el partido blanquiazul para renovar los cuadros directivos locales de 30 poblaciones del Estado.
Los candidatos que pretendían jugarle las contras a las decisiones cupulares fracasaron. En Tampico y ciudad Madero, como en la mayoría de los 30 municipios en los que fueron elegidos nuevos presidentes locales, José de Jesús Cantú Dávila, en el caso del primero, y José Alfredo Jiménez, en el del segundo, se retiraron de la contienda para favorecer a los recomendados del CDE.
Como resultado de esa disposición girada por el alto mando estatal, la ex regidora María del Rosario González Flores, que a petición de Francisco Elizondo Salazar, fue respaldada por Chucho Nader y Germán Pacheco Díaz, ganó en nuestro puerto el puesto de Sergio Meza López, en una votación raquítica ya que, de los mil 50 militantes que conforman el padrón, sólo acudieron a ejercer el sufragio 561, 380 de los cuales fueron para Charo y 120 para Owen, que no declino a sabiendas de que iba a perder para darle carácter democrático a la jornada.
Dieron fe y testimonio de la competencia, el Secretario de Administración, Jesús Nader Nasrralah, el Coordinador estatal de Protección Civil, Pedro Granados Ramírez, el Químico Sergio Salazar, el ex diputado Germán Pacheco Díaz y el ex regidor Miguel Pérez Álvarez, entre otros figuras políticas del panismo.
La sorpresa se dio en la urbe petrolera, cuando todo parecía decidido para llevar al triunfo a Francisco Castañeda Cruz, el candidato José Alfredo Jiménez, este respaldado por el grupo de Agustín De la Huerta Mejía, se retiró a última hora pero no para dejarle el camino libre al ex regidor, como se suponía, sino para apoyar, a invitación de ustedes ya saben quien, a María Esther Lozano, la más débil de los aspirantes, que de esta manera se convirtió en la sucesora de Oscar Morado Gámez al derrotar al más cercano contrincante por 273 a 187 votos.
Los agustinos demostraron, no obstante, que siguen teniendo la mayoría y el control del partido político en el municipio.
Quizá en otros rubros pueda hablarse de que aún existen algunas diferencias entre el PAN y el PRI, pero en los procesos de selección de candidatos a puestos de elección popular como de los cargos directivos, ha quedado plenamente probado que los panistas no pueden presumir de que son distintos a sus homólogos del tricolor, porque hacen exactamente lo mismo que el ex invencible.
Como seguramente la historia de ayer se repetirá en la sucesión del 2018, en la elección de los candidatos blanquiazules a alcalde y diputado local ya pueden apostar doble contra sencillo que los triunfadores serán los abanderados afines al grupo del primer panista de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Así que aquellos que no quieran quedarse fuera del reparto de posiciones y privilegios que seguramente se dispondrá en su momento desde la capital tamaulipeca para asegurar otra vez la victoria de los cabecistas, es mejor que se adhieran a las directrices políticas estatales.
Como se veía venir, por otra parte, la Marcha “Vibra México” que, en respuesta a una convocatoria formulada por varias organizaciones no gubernamentales, recorrió ayer las calles de las principales ciudades del país para expresar su condena a la política racista, persecutoria y antimexicana del presidente Donald Trump, no resultó lo que sus impulsores y organizadores esperaban.
La causa, que miles de ciudadanos que, bajo otras circunstancias, habrían participado en las manifestaciones, se abstuvieron de hacerlo cuando se enteraron de que los recorridos serían sólo para repudiar al presidente estadounidense no para lanzar consignas contra la tibieza con la que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha actuado contra el magnate de Washington, ya que les pareció destinada a apoyar al mexiquense y por eso optaron por mantenerse al margen.
A excepción de la ciudad de México en la que, de acuerdo con las cifras dadas a conocer por las autoridades de seguridad pública, habrían marchado alrededor de 18 mil 500 personas, en poblaciones como la de Tampico únicamente acudieron al llamado una docena de ciudadanos.
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