Uno de los dos hombres que fueron amarrados por un grupo criminal en un puente peatonal en la ciudad de Reynosa, expuso a las autoridades estatales su temor, debido a que el día en que lo “levantaron” estaba junto con su esposa de la cual hasta el momento no sabe nada de ella.
De igual forma, ambos individuos coincidieron en desconocer los motivos de la agresión, aunque los presuntos agresores los acusaron de no pagar “piso”, mientras que al otro le achacan el robo de droga.
Según datos investigados por esta casa editora, se supo que uno de las víctimas responde al nombre de Eduardo “N” de 31 años, residente en la colonia La Cañada de la ciudad de Reynosa y de oficio vendedor de frutas.
La otra víctima es un tatuador identificado como Héctor “N” de 23 años, quien vive en la colonia Riveras del Carmen.
Revelaron que la pesadilla comenzó el día sábado 11 de febrero del presente año.
En el caso de Eduardo, se encontraba en su casa y alrededor de las 17:00 horas llegó un grupo armado en diferentes vehículos.
Uno de los presuntos delincuentes le pregunto que si ya tenia el pago de “piso” y debido a que supuestamente desconocía de lo que le hablaba atinó a preguntar sobre el monto. Después de eso fue sometido, amarrado y tapado de los ojos.
En cuanto a Héctor, los hechos ocurrieron el domingo 12 de febrero cuando se encontraba con su esposa Herminia “N” de 38 años y viajaban en su vehículo.
Al ir por las calles de la colonia Satélite sector dos fue copado por una camioneta de la cual bajaron hombres armados y se identificaron como un grupo delincuencial contrario al que opera en Reynosa.
Los individuos lo sometieron junto con su esposa para luego aparecer amarrado en un puente peatonal que va a la carretera a Monterrey, a la altura de la colonia Las Granjas Económicas.
Al lado de ellos se hallaba un recado del crimen organizado que los acusaban de ladrones y secuestradores.
Sobre el estado de salud de ambos se supo que va en mejoría pero Héctor entro en crisis y solicitó a las autoridades se abocaran en la búsqueda de su esposa, pues teme que algo malo le pueda pasar ya que después del “levantón” que ambos sufrieron no ha sabido nada de ella.
Trascendió que la policía ya tomó cartas en el asunto.