Dicen que lo que se ve no se pregunta y en el proyecto de devolverle a Tamaulipas un lugar en el fútbol de la Primera División, hay un club que está marcando la pauta, que lidera las preferencias y proyecta seguridad y decisión de querer alcanzar ese sitio: se llama Tampico-Madero.
Ni más ni menos raza, y cierto estoy que la situación para la Jaiba Brava no es la más cómoda, es indiscutiblemente el tema de la tabla porcentual es no de preocuparse, sino de ocuparse y seguro estoy también que después del contundente triunfo en el Clásico Tamaulipeco, tendrán un trampolín que, si saben aprovecharlo, deberá llevarlos no sólo a la salvación, sino también a ilusionarse con trascender deportivamente con la obtención de un título.
El torneo ha sido irregular para el cuadro que dirige Daniel Guzmán, pero tendremos que remontarnos meses atrás cuando este equipo empezó a forjar lo que hoy disfruta la administración que encabeza Javier San Román, es decir, la confianza de sus aficionados.
No se borran los años previos en los que la zozobra e incertidumbre rondaba a esta institución, que vivió épocas muy tristes, pues un día había equipo y al otro no, vimos dueños y presidentes que fueron a enriquecerse a costa de la ilusión de la gente, hasta que llegó alguien con un proyecto serio y les devolvió el orgullo y la certidumbre: el ingeniero Enrique Badillo que se echó a la bolsa a los aficionados del sur del estado con trabajo cercano a la gente, trascendencia deportiva y logros.
Después llegó el proyecto en AscensoMX, un torneo terrible en lo estadístico y enseguida la intención de mejorar con refuerzos de peso y una campaña que, insisto, después de ganar el clásico les da para pensar en lo más alto.
Recordemos que tanto Tampico-Madero, Correcaminos y Reynosa FC son un mismo proyecto respaldado por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, por lo que la competencia por demostrar quién es el líder de este grupo se demuestra en todas las áreas.
Al día de hoy, el único pendiente para la Jaiba es librarse del tema del descenso, Correcaminos parece que va marcha atrás.
Rafael Flores Alcocer tomó en sus manos una papa caliente en la cual creyó que con su llegada sería borrón y cuenta nueva; su inexperiencia le está cobrando factura, peor aún rodearse con personas igual o aún más inexpertas como el director deportivo, Esteban Mejía y el administrativo, Miguel
Mansur.
La muestra fue el sábado mismo y no sólo en la cancha con la goleada que se llevaron, pues en organización, logística, coordinación, el cuadro del TM demostró que está a otro nivel, simplemente tiene el pensamiento y la mirada en ser y parecer un equipo de Primera.
La comunión con su afición la supieron capitalizar con resultados y después con esas imágenes que dieron la vuelta a México entero, con tribunas repletas entonando un mismo coro alentando a su equipo.
En Victoria la gente ha hecho su parte, el equipo no ha cumplido, ni en la cancha ni en la imagen que proyecta, a grado tal que ayer en redes sociales oficiales del club, promocionaban el juego con la imagen de Miguel Herrera como principal atractivo de este duelo, hágame el refabrón cavor.
En lo que cuaja el proyecto azulnaranja, en Tampico se frotan las manos por despertar de manera definitiva, acá la liguilla se ve lejana y sí, muy cercanos los problemas porcentuales para el próximo año.
Allá el respaldo de un grupo fuerte y de presencia como Orlegi, es el combustible de la Jaiba… acá, Flores y compañía, apenas aprenden a manejar una institución de esta talla y sus refuerzos parece que apenas aprenden a jugar fútbol.
El liderazgo celeste en el bloque Tampico-Victoria-Reynosa es más que evidente… el tiempo dirá quién será el ganador.
@luisdariovera
