En su peor crisis de popularidad el PRI nacional parece dar tumbos de cara al proceso electoral a mediano plazo del 2018 y al inmediato que involucra a la gubernatura del Estado de México, considerado la joya de la corona en temas electorales.
Así es mis queridos boes, si bien Claudia Ruiz Massieu es joven, sus apellidos son tan rancios como el grupo Atlacomulco y su imagen tan deteriorada como la de quien la designa y que lleva por nombre Enrique Peña Nieto; mismo que cobra como presidente de la este país.
Ruiz Massieu es hija de José Francisco Ruiz Massieu quien ocupó el cargo para el que ésta fue designada este fin de semana, pero en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari.
La hija del ex gobernador de Guerrero es pues una posición de Carlos Salinas en el PRI nacional, como si el ex partidazo necesitará que lo identifiquen con lo más corrupto de la historia moderna nacional, como si fuera en caballo de hacienda rumbo a la sucesión presidencial, como si en realidad Peña Nieto fuera el líder de este país.
Lo peor es que parece que no hay hoja de ruta en lo político con el gobierno de Peña Nieto, porque hace unas semanas vimos casi al borde del colapso emocional a la nueva secretaria general del PRI, cuando la echaron de la Cancillería para entregársela a Luis Videgaray.
La rueda de prensa en la que Peña Nieto presentó a Videgaray como Secretario de Relaciones Exteriores fue una especie de circo romano donde la víctima era Claudia que tuvo que contener el llanto más de una ocasión.
Nada nuevo, ella había sido secretaria de turismo y de pronto, tras volver de una gira por Tamaulipas la nombran canciller, cargo qué pasó con más pena que gloria.
Por eso digo que no hay estrategia en los movimientos del PRI, porque si hubieran tenido pensado nombrarla la segunda de abordo en el tricolor nacional, ¿para qué la exhibían como incompetente como canciller?
Es decir el PRI tiene a una mujer como la segunda en el mando a la que ellos mismos han minimizado, golpeado en cadena nacional, echo a un lado sin miramientos. Eso obviamente no le ayudará a la secretaria general a presentarse en el país con sus gobernadores, con sus dirigentes estatales y con sus candidatos con la altura que el cargo que le dieron le reclama.
El otro síntoma de que en el PRI nacional se manejan las cosas sin ton ni son es la filtrada llegada de José Murat a la Fundación Colosio o a la CNOP, ambas organizaciones que mueven a miles de priistas en todo el país.
Murat es un viejo impresentable, que huele a Salinas, Bartllet, Gamboa Patrón, Ulises Ruiz, Martínez Domínguez; bueno hasta le saca recuerdos a uno del Negro Durazo y López Portillo.
José Murat fue gobernador de Oaxaca de donde es cacique y a donde impuso a su hijo como gobernador.
Me pregunto: ¿es el momento para que el PRI reviva esos apellidos que le han dado tantos dolores de cabeza y calificativos que a cualquier instituto político debieran avergonzar?
¿Serán Claudia Ruiz Massieu y Murat los políticos jóvenes que el PRI nacional necesita para reconectar con los chavos, con la clase trabajadora, con el nuevo lenguaje contra la corrupción que existe en el mundo y cuyo pronunciamiento indica de inmediato al tricolor?
Digan lo que quieran, pero la cosa no pinta bien para el PRI con personajes como los que ahora encumbra, porque sólo logrará confirmar lo que la mayoría piensa de ese partido según las encuesta: ‘el PRI no cambiará nunca’
Luis Enrique Miranda titular de SEDESOL federal
Alistan Bagdad…
En Matamoros, el alcalde Jesús De la Garza Díaz del Guante, ordenó que la renombrada playa Bagdad reciba una buena manita de gato de cara a la Semana Santa que se se asoma para el mes de abril.
Se trata de acondicionar el balneario para la atención de paseantes locales y turistas, chamba que le toca a las Secretarías de Desarrollo Urbano, Servicios Públicos y de Turismo. Entre las acciones más importantes está la del mantenimiento en el muro de contención que con el tiempo ha sufrido daños en algunos tramos.
El enlace del sur…
Sin hacer tanto escándalo, el representante del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca en el sur, Miguel Gómez Orta, se podría perfilar para lo que pudiera hacer falta allá por el 2018, dado que habrá hartos cargos en juego y que ha logrado hacer click con las administraciones de los tres municipios, pero además con el sector empresarial y la raza que mueve la grilla en la zona.
Deben andar bien los bonos del representante con su jefe Cabeza de Vaca, porque la sutileza con la que se conduce con quienes debe servir de enlace le permite desatorar, abrir puertas en Victoria y convocar a los líderes en torno a los vientos del cambio.
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