1.- La “mano negra” y el “fuego amigo” están de moda en Tamaulipas, y todos los aspirantes a la senadurías, las alcaldías y las diputaciones, han recibido ya sus respectivas dosis de difamación y calumnia. Todo indica que los golpes debajo del cinturón arreciarán en los próximos días, y que se multiplicarán hasta el final de las campañas.
2.- La “mano negra” es una estrategia que se utiliza conforme a reglas claras y precisas. Cicerón, Maquiavelo, Sun Tzu, Fouché, Richelieu y Mazarino lograron obras maestras de perfidia, que hoy siguen inspirando a los truculentos ambiciosos del poder.
3.- Destruir la reputación de un competidor para restarle votos, es el único y más preferido recurso que se utiliza en la lucha electoral. Los ataques al prestigio pueden dirigirse sobre el adversario, su familia, sus bienes, sus socios, sus cómplices, etc.
4.- La destrucción de la reputación del rival depende del entorno político y económico del momento. Para que el daño se extienda ampliamente, debe disponerse de un aparato de opinión pública que haga circular de manera efectiva las malas noticias, y las amplifique hasta el máximo para causar el mayor daño.
5.- Además de disponer de los datos y los recursos necesarios para llevar a cabo la tarea, se requiere que el enemigo tenga una debilidad creíble que pueda magnificarse o ponerse al descubierto. La “mano negra” necesita de algún sustento en la realidad, y no puede ser únicamente producto de la imaginación.
6.- El momento oportuno para emprender una campaña de liquidación de la imagen de un contrincante, es cuando éste se encuentra frente a un momento crítico, y no ha tenido la pericia necesaria para localizar a un chivo expiatorio adecuado a quien pueda cargar con las culpas.
7.- El tema predilecto de la “mano negra” en Tamaulipas es la delincuencia, y lo seguirá siendo por mucho tiempo. Señalar como hampón o ladrón a algún adversario político, es benéfico, rentable y provechoso para los “malos”. Lo común es esparcir el rumor de que algún candidato es financiado por delincuentes, a los que protege a cambio de millonarios beneficios.
8.- La “mano negra” y el “fuego amigo” son tan versátiles y complicados, que lo mismo puede ocurrir como una alianza subterránea entre dos candidatos priistas contra los demás del propio partido, que un acuerdo secreto entre un priista, un panista o un perredista, para ayudarse a derrotar a sus adversarios en las elecciones.
9.- Por lo anterior, y frente a una reñida disputa que ya se inició, resulta muy útil tener a la mano a uno o varios individuos para culparlos de todos los males, errores o pecados. Se requieren chivos expiatorios para culparlos de los errores de los planes que no funcionaron.
10.- La costumbre de escoger a uno o varios chivos expiatorios es muy antigua; y hoy en Tamaulipas los partidos y los aspirantes necesitan varios. La victoria siempre tiene muchos padres, y la derrota es huérfana: por eso hay que escoger anticipadamente a los culpables de las derrotas políticas, es decir, a los chivos expiatorios, para mantener limpia la imagen y aliviada y alegre la conciencia