MATAMOROS, Tamaulipas.- Mientras que un grupo de 245 mexicanos fueron deportados el jueves por el Puente Internacional Puerta México, una veintena de jornaleros fronterizos partieron ayer de Matamoros con destino a Nueva York cargados de sueños, y con permiso temporal de trabajo.
Los repatriados formaban una multitud debido a que el miércoles se interrumpió el proceso deportación al no llegar el avión procedente de Miami, Florida, al aeropuerto texano.
En contraste los jornaleros fueron contratados por una empresa que les consiguió permiso temporal para que trabajen por seis meses en la Unión Americana, afirmó Javier Reyes, de la colonia Las Américas. Tras entregar una serie de documentos, los jornaleros obtuvieron la validación y se presentaron en el puente fronterizo para cruzar a Brownsville, Texas, y de ahí trasladarse vía terrestre hacia el Norte. En el Puente Internacional Matamoros & Brownsville se presentó el grupo de hombres con documentación como pasaportes y visas de trabajo para trasladarse a
ciudades de Estados Unidos.
Se manifiestan con intriga al no saber qué les espera al momento que lleguen a un país desconocido, pero que les ofrece oportunidades de trabajo que en México sería escaso; se trasladan en grupos de más 20 jóvenes a realizar este famoso “sueño americano”.
Estos jóvenes de entre 28 y 30 años son contratados por empresas americanas para desempeñar labores dentro de las compañías grandes que se encuentran en ciudades como Nueva York.
Básicamente, así como unos llegan de Estados Unidos, otros van a laborar para solventar los gastos de ellos mismos o de su familia para una mejor calidad de vida.
Este mismo día el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) confirmó que fueron 245 los deportados, entre ellos cinco mujeres.
A su arribo, los paisanos fueron recibidos por personal de Grupos Beta de Protección al Migrante que los orientó desde el cruce hasta el módulo del INM, donde fueron valorados por paramédicos de la Cruz Roja, como ocurre desde la semana pasada.
En el módulo federal se les dio de comer, además de que se les permitió descansar e identificar cuáles serían los métodos para llegar a la central de autobuses para regresar a sus lugares de origen.
Con sus pertenencias en bolsas de plástico, los deportados que no contaban con recursos fueron llevados a la Casa del Migrante San Juan Diego y San Francisco de Asís, A.C., desde donde se comunicaron con sus seres queridos para pedirles dinero.
Desde que fueron dejados a mitad del puente fronterizo, los repatriados fueron custodiados por elementos del INM y de Grupos Beta.
Durante lo que resta de marzo las repatriaciones continuarán por Matamoros.