CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El sacerdote Óscar Guadalupe Lozano Molina, recibió la Medalla al Mérito “Luis García de Arellano” 2017, impuesta por el Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca por ser defensor de los derechos de los migrantes desde 1985.
En sesión solemne el padre tiene desde hoy su nombre en letras doradas en el Muro de Honor del Poder Legislativo.
La Junta de Coordinación Política se refirió a Monseñor Lozano Molina, como un hombre cuya convicción por ayudar al prójimo lo convierte en un tamaulipeco ejemplar por su lucha incansable en apoyo y defensa de los migrantes.
Resaltó que en 1967, ingresó al seminario de Matamoros, estudió filosofía y teología, fue ordenado diácono en la Parroquia del Espíritu Santo (ahora Catedral) en Nuevo Laredo, Lo ordenó sacerdote el Papa Pablo Sexto en la Basílica de San Pedro, el 29 de junio de 1975.
Además, de 1976 a 1978 fue Vicario en la Parroquia del Santo Niño en Nuevo Laredo, situada a dos cuadras del puente internacional, lo cual la hacía lugar de llegada de los deportados y otros migrantes que pedían auxilio.
“Fue ahí su primer contacto con el drama que viven nuestros hermanos migrantes, y la difícil situación y nula ayuda que éstos recibían, lo hicieron abrazar esa gran misión que lo estaba esperando”.
Mencionó que en Matamoros, a propuesta de la organización de trabajadores Católicos de América de Houston, Texas y con el apoyo del señor Obispo Sabás Magaña García, se fundó la Casa Juan Diego, para auxiliar a cientos de migrantes, sobre todo centroamericanos, que se veían obligados a detenerse en la frontera, sin tener donde pasar la noche.
Expresó que su lucha y su ejemplo, son fundamentales y un aliciente que motiva a afrontar con determinación la difícil situación que se está viviendo actualmente en materia migratoria.
Por su parte, Monseñor Óscar Guadalupe, agradeció el honor de recibir esta distinción, que comparte con hombres y mujeres, organizaciones e integrantes de otras iglesias que están sirviendo a los hermanos migrantes en todo Tamaulipas.
“Dedico esta medalla a los migrantes que en este momento están siendo repatriados, a las madres y niños migrantes que están siendo separados, a los que no hallan el camino en el desierto y ya no aguantan el hambre y la sed, a los que están siendo en este momento encarcelados o maltratados, a los que mientras estamos aquí enfrentan injustamente una infame discriminación”, abundó.
Subrayó que en estos tiempos no se puede negar la crisis humanitaria que ha significado la migración de miles de personas que han atravesado desiertos y montañas, que salen expulsados por la violencia y pobreza, por lo que pidió tener abierto el corazón a los migrantes.
“En la realización de su noble tarea legislativa, pueden contar con la Iglesia que no es enemiga del estado, ni pretende poderes políticos, cada quien en su ámbito hace lo que le corresponde, caminemos juntos, escuchándonos, dialogando, para que podamos, donde sea posible, trabajar unidos por el bienestar y dignidad de todo ser humano que pase por estas tierras”, recalcó.
crónica
‘Temía que me pasara lo que en los óscares’
Arturo Rosas H.
El ajetreo ya había terminado.
Hablaron muchos, antes, durante y después de la entrega de la Medalla al Mérito “Luis García de Arellano” 2017.
Ahora, Monseñor Óscar Guadalupe Lozano Medina, podría hablar de lo que parece, es uno de los temas que domina: Los Migrantes.
“Ojalá que las estructuras sean justas con ellos”.
No solo se refiere a los migrantes y deportados, también a los indigentes, a los abandonados que muy pocos le invierten.
Sabe que viene una gran ola que, quizás a mediados o finales de este año, se sienta realmente.
Ya está en la camioneta que lo va conducir a una comida que le preparó la clase política en el poder.
Ahí no va a estar la Diputada que promovió la presea para Monseñor, la legisladora Irma Amelia García Velasco, hoy faltó “por causas a su encomienda como legisladora”.
De las políticas migratorias que está realizando el Gobierno de Enrique Peña Nieto, prefiere no hablar.
Monseñor Óscar Guadalupe Lozano Medina, originario de Nuevo Laredo, no conoce a detalle lo que hacen, pero no se ve que sea suficiente.
“Realmente es un asunto de todos, hay que estar preparados si realmente se viene esa avalancha de hermanos que van a regresar…
“Es un asunto de que todos nos preparemos para estar siempre atentos y ver por los necesitados”.
Por eso Lozano Medina, dedicó este reconocimiento a los migrantes que en este momento están siendo repatriados.
Frente a la clase política a la que le dijo que “pueden contar con la Iglesia que no es enemigo del estado, ni pretende en ningún momento el poder político, cada quien en su ámbito hace lo que le corresponde”.
Para entonces, ya se había creído el reconocimiento, y es que en tribuna, confesó que “venía con el temor de que me pasara lo que sucedió en el reciente premio Óscar a la mejor película, que al llegar aquí me dijeran, “disculpe, nos equivocamos, el premio no era para usted”. Pero gracias a Dios que no fue así.
Los archivos históricos del Poder Legislativo en Tamaulipas, no registran el reconocimiento público a un sacerdote.
Hoy desde la tribuna del Congreso, Monseñor Lozano, les pidió a los Congresistas: Caminemos juntos, escuchándonos, dialogando, para que podamos, donde sea posible, trabajar unidos por el bienestar y dignidad de todo ser humano que pase por estas tierras”.