CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Los recortes a los programas de apoyo a la agricultura en Tamaulipas, mantienen en graves aprietos a los productores y campesinos, debido a que cada vez resulta más caro sembrar la tierra, ante los aumentos de los insumos como fertilizantes, semillas, combustibles, el costo de preparación, siembra y cosecha de los granos.
Dirigentes de organizaciones agrícolas, revelan que los insumos en el campo han registrado aumentos hasta del 50 por ciento en los últimos tres años.
Samuel Rodríguez, productor de la región de San Fernando, señala que tan sólo para hacer producir una hectárea de sorgo, los productores tienen que invertir 8 mil pesos si es de temporal y 10 mil pesos si es de riego, mientras que para una hectárea de maíz, el cultivo aumenta otros 2 mil 500 y 4 mil pesos, por el alto costo de la semilla y los cuidados que necesita esta planta.
“A esto se le suma el bajo precio de los granos, donde por ejemplo el sorgo para el mes de julio a septiembre de este 2017, se programó a 3 mil pesos la tonelada y una hectárea apenas tiene un rendimiento de 3 toneladas en temporal y de 6 con sistema de riego y cuidados de fertilizantes” señala.
Agregó que el precio del maíz blanco para este año se estableció para el mes de julio a septiembre en poco más de 3 mil 400 pesos la tonelada.
Afirmó que la ganancia es mínima en los casos, por lo que requieren de mayores apoyos para poder seguir trabajando la tierra.
“Lo mismo pasa con los fertilizantes, los cuales han sufrido importantes incrementos por el aumento del dólar, toda vez que todos estos insumos son importados, ya que en México hace mucho tiempo que se dejó de producir este tipo de agroquímicos”.
Agregó que en los últimos dos años el costo de los fertilizantes han registrado un incremento de un 50 por ciento, mientras que las semillas mejoradas también han subido un 30 por ciento de su costo en este mismo lapso.
“Podemos sembrar sin fertilizantes, sin embargo, esto origina que el rendimiento por hectárea baje considerablemente hasta un 50 por ciento, ya que con fertilizantes se logra cosechar en zonas de riego hasta 6 toneladas y sin fertilizantes apenas se consiguen 3 toneladas por hectárea”, añadió.
Sembrar maíz no es negocio
Toda vez que no existen los subsidios para su producción y el precio bajo en que se venden las cosechas, el maíz dejó de ser un negocio en Tamaulipas, precisó Faustino Mendiola, de la Unión de Productores del Norte del Estado.
Sostuvo que en estos momentos producir una hectárea de maíz blanco equivale a invertir entre los 10 y los 12 mil pesos, por lo que las ganancias sólo sirven para absorber los gastos de siembra y los beneficios que se obtienen son mínimos.
A esto se le suman los incrementos de más de un 30 por ciento a las semillas mejoradas, a los agroquímicos, así como la tecnología que los propios productores se ven obligados a utilizar para hacer más productivo el campo.