Seguramente tu mamá te ha regañado por caminar descalzo; pues ahora tendrás la explicación perfecta para darle tus razones de hacerlo, y con una base científica.
Según la podóloga e instructora de yoga Emily Splichal, caminar descalzo trae muchísimos beneficios a la salud, específicamente al cerebro. Al hacerlo, lo ejercitas y lo mantienes activo gracias a las terminales nerviosas que tenemos en los pies.
Y es que es innegable que caminar descalzo es delicioso. Al usar zapatos, nuestros pies no tienen esa estimulación que solamente el contacto de la piel con el suelo nos da. Intenta caminar sobre lodo, sobre concreto, sobre cualquier tipo de superficie y esa explosión de sensaciones te hará sentir relajado. De hecho, cuando un niño está aprendiendo a caminar, lo recomendable es que lo haga descalzo, de tal manera que el cerebro genere aprendizaje a través de las sensaciones. ¡Inténtalo!
Con información de Belelú.