CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Doscientos quince de los 856 elementos evaluados de la Subsecretaría de Ejecución de Sanciones y Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Tamaulipas no cumplen con la certificación derivada de los exámenes de control y confianza, revela el reporte mensual de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Los poco más de dos centenas de personas, entre custodios y mandos, representan el 25 por ciento del personal que labora en los Centros de Ejecución de
Sanciones (Cedes) en Victoria, Altamira, Matamoros, Nuevo Laredo, Reynosa, Jaumave y Tula.
La cifra de empleados sin certificación aumentó de septiembre de 2016 a febrero de 2017. En octubre 70 elementos no habían aprobado la evaluación o actualizado su certificado. En los primeros cinco meses del nuevo gobierno la cantidad se creció al doble.
De acuerdo con el reporte de seguimiento de evaluaciones, el 96 por ciento de la plantilla activa en Cedes ha sido evaluada. El 89 por ciento aprobó en un primer instante, empero 128 trabajadores no han renovado su certificado.
Cuarenta y cuatro integrantes de la subsecretaría no aprobaron y continúan en activo. Ocho elementos trabajan aunque el Centro de Control y Confianza (C3) estatal todavía no entrega los resultados de las evaluaciones aplicadas y 35 más esperan su turno para responder los exámenes correspondientes.
Los Centros de Ejecución de Sanciones y el personal que labora en ellos son responsabilidad del titular de la Subsecretaría de Ejecución de Sanciones y Reinserción Social de la SSP, Carlos Alberto Mier González. Este funcionario fue nombrado por el secretario de Seguridad Pública (SSP), vicealmirante Luis Felipe López Castro.
El frágil control del sistema penitenciario tamaulipeco quedó al descubierto después de la fuga de 29 reos del penal de Victoria, a través de un túnel de 40 metros de longitud y 5 metros de profundidad, la noche del miércoles 22 de marzo.
Derivado del hecho, la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas investiga a 38 custodios, el jefe de seguridad y el director del Cedes, Francisco Galeana Rivera. A la par, la SSP ha recapturado a 16 de los 29 fugados y trasladó a 11 internos al penal estatal en Altamira.
En los primeros días del gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, reos de Cedes en Matamoros pelearon en los patios. Los policías al retomar el control de la cárcel descubrieron que había tráfico de bebidas alcohólicas y de drogas. En respuesta, el secretario López Castro anunció que evaluaría al
personal directivo y operativo en conjunto con los procedimientos internos.
En Tamaulipas operan los penales en Victoria, Altamira, Matamoros, Nuevo Laredo, Reynosa, Jaumave y Tula. La población carcelaria es de 6 mil 205 internos, indica el cuaderno mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional publicado el 31 de julio del año pasado. Según dichos datos no existe sobrepoblación y quedan libres 845 espacios.
De acuerdo con los reportes oficiales de personal penitenciario y reos, en la entidad hay un elemento por cada 7 reos. Además, la diferencia salarial entre policías y custodios es considerable. La formación previa es internamiento durante seis meses; durante los primeros tres meses reciben una beca de 5 mil pesos. Al concluir, los policías acreditados cobran 13 mil 500 pesos y los custodios perciben 7 mil 200 ambos de forma mensual.
Reprobados
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) colocó al sistema penitenciario tamaulipeco como el séptimo peor del país.
La calificación reprobatoria de 5.29, se derivó del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP).
Los centros más conflictivos son Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, según el último estudio realizado en 2015.