MÉXICO.- Este virus ha permanecido atrapados por millones de años en el hielo.
A lo largo de la historia nuestro sistema inmunológico ha sido capaz de evolucionar y resistir a virus y bacterias de todo tipo. Muchas de esas bacterias llevan miles de años sin estar entre nosotros, aunque algunas han permanecido “dormidas” bajo el frío hielo del Ártico.
Muchos años después, el cambio climático está derritiendo los suelos del permafrost, congelado durante miles de años. A medida que ese suelo se derrite, está liberando virus y bacterias antiguas que habían permanecido latentes. Virus que regresan a la vida.
Las primeras señales
En un proyecto que comenzó en la década de 1990, un grupo de investigadores examinaron los restos de pobladores de la Edad de Piedra encontrados en el sur de Siberia, en la región de Gorny Altai. También examinaron muestras de cadáveres de hombres que habían muerto durante epidemias virales en el siglo XIX y que fueron enterrados en el permafrost ruso.
¿El resultado? Los investigadores afrimaron encontrar cuerpos con llagas características de las marcas dejadas por la viruela. Aunque no encontraron el virus de la viruela en sí, detectaron fragmentos de su ADN.
No es la primera vez que las bacterias congeladas en el hielo han vuelto a la vida.
En el año 2007 se vuelve a producir otro estudio sorprendente: logran revivir una bacteria de 8 millones de años que había permanecido “dormida” en el hielo, bajo la superficie de un glaciar de la Antártida. No sólo eso, en ese mismo estudio las bacterias habían revivido en hielo que tenía más de 100.000 años de antigüedad.
El nivel de alerta
Sí tiene sentido pensar que a medida que la Tierra se calienta los países del norte serán más susceptibles a brotes de enfermedades “meridionales” como la malaria, el cólera o el dengue, ya que estos patógenos prosperan a temperaturas más cálidas.
Por eso, los investigadores advierten que la perspectiva alternativa es que simplemente no debemos ignorar los riesgos sólo porque no podemos cuantificarlos.
Aunque muchos de estos estudios sugieran que estos enormes virus podrían descongelarse, escapar y producir enfermedades, todavía debemos pensar que no tiene por qué acabar así. De hecho y como asegura el escritor científico Carl Zimmer en su libro A Planet of Viruses, la probabilidad de que estos virus se liberen y nos enfermen es más bien escasa actualmente. Según Zimmer:
Estos virus infectan a la ameba, así que si eres una ameba, sí deberías estar muy asustada. Hasta ahora no hay patógenos humanos que hayan salido del permafrost siberiano, eso no quiere decir que los virus no vayan a surjir, pero hay tantos virus circulando en animales vivos que creo que deberíamos poner estos congelados en la parte de abajo de nuestra lista de preocupaciones.
Con información de 24 horas / Gizmodo.