Cuando Eduardo Vela Ruiz incursionó en el negocio de la hotelería, lo hizo como la salida -‘El Plan B’- a un fracaso que lo acechaba.
En un inicio, el Hotel Velas Vallarta no estaba contemplado para ser un hotel, sino un edificio diseñado para la venta de departamentos en ese lugar paradisiaco de la costa del Pacífico.
Ese era el objetivo de la inversión del empresario tampiqueño por aquellos lares: la venta de departamentos en un punto prometedor para el desarrollo turístico.
Sin embargo, las cosas no salieron como lo esperaba. Al comienzo, las ventas fueron buenas, pero después la comercialización se estancó. El mayor problema vino después: la presión bancaria. Los bancos no juegan.
Abogado de profesión, Eduardo Vela Ruiz tomó una decisión que cambió su vida empresarial: acordó la extensión del pago del préstamo bancario con una modificación de fondo en su modelo de negocio.
De la venta de departamentos, que era el plan original, se introdujo al mundo de la hotelería, un ambiente que desconocía por completo, pero que era la única salida que tenía a la mano para recomponer el rumbo de un negocio que parecía ir con destino al fracaso.
El proyecto se lo aceptaron en el banco. No obstante, el primer año del Hotel Velas Vallarta fue malo. Eran los duros días del aprendizaje de un estilo de empresa que no estaba contemplado. En el segundo año, a tropezones, las cosas comenzaron a cambiar, pero tampoco se daba ‘el estirón’. Sus gerentes, de ese entonces, laboraban con el estilo tradicional. No proponían ideas nuevas. No se arriesgaban. No iban por los clientes, por los turistas.
Al tercer año, Eduardo Vela tomó otra decisión relevante en su trayectoria empresarial: viajó a los Estados Unidos para vender las promociones turísticas del hotel a distintas empresas.
En los Estados Unidos estuvo dos meses con la operación de promover directamente las estancias en el Hotel Velas Vallarta, un punto muy visitado por los
turistas norteamericanos, los cuales, por supuesto, buscan las mejores opciones en calidad y precio.
El empresario tampiqueño hizo algo que ningún hotelero hace regularmente: él, como dueño, en su rol de propietario, viajó directamente y tocó muchas puertas para que lo recibieran. Hizo antesala mañana, tarde y noche hasta que, después de dos o tres días, le otorgaban la cita. Luego llegaba lo que en apariencia era lo más complicado: la labor de convencimiento para que compraran las promociones.
Ahí cambió la historia del Hotel Velas Vallarta: se convirtió en una empresa exitosa. El modelo de negocio, con el aprendizaje adquirido, lo depuró, lo detalló y lo mejoró al inaugurar el Grand Velas Riviera Maya en las costas de Quintana Roo, en el Caribe mexicano.
Con ese hotel de clase mundial (es portador de la categoría 5 diamantes), Eduardo Vela Ruiz recibió de manos del entonces presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, el premio al empresario del año.
El hombre de negocios inauguró recientemente su nuevo hotel: Grand Velas Los Cabos. Con 303 habitaciones en un edificio de 10 pisos, cuenta con una vista perfecta al mar. Es, literal, un paraíso.
En Tampico, el empresario es pionero en la construcción de torres departamentales estilo ejecutivo. Las ubicadas en la calle Faja de Oro han sido un éxito, así como las situadas en la colonia Chairel.
A través de la constructora ARYVE, mantiene el desarrollo de fraccionamientos de interés social, los cuales construye no sólo en el sur de Tamaulipas, sino en diferentes ciudades del país.
Aunque se le ha identificado como un constructor consentido del gobierno estatal anterior, la realidad es que Eduardo Vela tiene sustentados sus negocios en un 95 por ciento en el ámbito privado. Es decir, solamente el 5 por ciento de sus obras dependen del presupuesto público. La percepción, por tanto, es errónea.
Eduardo Vela Ruiz es, sin duda, un caso de éxito empresarial en Tamaulipas y en México. Es producto de una historia que, ante la posibilidad de un fracaso, tuvo que buscar nuevos modelos de negocio, los que, finalmente, lo condujeron a un nivel de relevancia en el ámbito de la inversión privada nacional.
Zorrilla designa nuevo Director de la Juventud
El alcalde de Ciudad Madero, Andrés Zorrilla Moreno, designó ayer al nuevo director de Atención a la Juventud del Ayuntamiento. El nombre del funcionario es Juan Felipe Gutiérrez Toscano.
‘Son cambios para buscar nuevas metas’, afirmó Andrés Zorrilla, quien mantiene un alto nivel de actividad a fin de cumplir con hechos y resultados en la urbe petrolera.