SAN FERNANDO, Tamaulipas.- Ante el rendimiento de 500 kilogramos por hectárea que se está dando en la mayor parte de los predios que fueron sembradíos de sorgo, los productores de grano rojo demandan la intervención inmediata de las instancias correspondientes para que se comiencen a gestionar los apoyos necesarios.
La situación delicada la están viviendo los campesinos de los ejidos Miguel Hidalgo Segundo, conocido como la Rosa, Juan Antonio, Paso Hondo, San Francisco, Nuevo San Francisco, Emilio Portes Gil, la Joya, Nuevo San Fernando, Miguel Hidalgo Primero, Paso Hondo, Santa Cruz, El Grullo y San Rafael. Son alrededor de cinco mil hectáreas, ubicadas en estas comunidades rurales, donde el grano de sorgo se deshidrató, por lo que al momento de llevarlo a las recibas de granos, no tiene el peso deseado.
Los dirigentes del sector Aristeo García González, Rogelio Ortiz Moreno y Rubén Rodríguez López, indicaron que con los 500 kilos que están obteniendo por hectárea, los productores no alcanzan a sacar ni siquiera para pagar la trilla y flete, que se realiza para el levantamiento de las cosecha.
Entre las demandas que piden los campesinos, se encuentran la intervención del seguro catastrófico, que tiene tres cláusulas entre ellas la de no apoyar a quienes tienen más de 20 hectáreas, que no tengan seguro agrícola, ni haber comercializado grano.
Los apoyos que se brinda en este caso al productor es de mil 200 a mil 500 pesos por hectárea a quienes resulten beneficiados, lo que vendría a compensar algo de lo que invirtieron.
Solamente en algunas partes del Municipio, como lo es el área de la Laguna Madre, ejido San Germán, donde se ha obtenido buen rendimiento de grano, debido a que en esos sectores la lluvia fue abundante en su momento.
El dirigente campesino, Aristeo García González, dijo que tuvo daños en 20 hectáreas de sorgo, pero fue por exceso de humedad, debido a que en el mes de marzo, las lluvias registradas dejaron siete pulgadas de humedad.
Es por ello que vienen demandando la intervención de las instancias correspondientes, para que comiencen con la liberación de los recursos que se deben de dar al campo que ha sido siniestrado.